La captura de Ovidio Guzmán, hijo del detenido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, dejó al menos 10 militares y 19 presuntos delincuentes muertos en la ciudad de Culiacán y alrededores, informó el Gobierno mexicano sobre el saldo de la operación.
Otros 35 militares sufrieron heridas de bala y recibieron atención hospitalaria, mientras que 21 delincuentes fueron arrestados, indicó el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
Las autoridades mexicanas destacaron que “ningún civil inocente” perdió la vida durante la captura del “Ratón”, hijo del “Chapo”, condenado y detenido en Nueva York, Estados Unidos, que también tiene un pedido de extradición contra Ovidio Guzmán.
Guzmán es uno de los herederos del “Chapo”, exlíder del Cártel de Sinaloa. Su captura ocurrió antes de la llegada del presidente de EEUU, Joe Biden, a México, prevista para el 9 de enero, para participar de la Cumbre de Líderes de América del Norte, junto al jefe de Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y su par canadiense, Justin Trudeau.
López Obrador reiteró que “no hubo intervención de Estados Unidos en la recaptura de Ovidio Guzmán” pero sí cooperación entre ambos países.
En medio de la ofensiva de los integrantes del Cártel de Sinaloa para rescatar a su jefe también fueron impactados un avión de pasajeros -momentos antes de despegar- y dos aeronaves de la Fuerza Aérea mexicana.
Las autoridades de Culiacán confirmaron que la estación aérea local y las autopistas que son las principales vías de comunicación se mantendrán cerradas durante la jornada por razones de seguridad.
Guzmán está acusado de liderar la fracción Los Menores, afín al cartel del Pacífico (o cartel de Sinaloa) y es “hijo de Joaquín Guzmán Loera”, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, detalló Sandoval.