El Gobierno acusó a “los formadores de precios” de “no cumplir” los acuerdos vigentes para intentar frenar la inflación, que en marzo registró un aumento de 7,7%, la cifra mensual más alta desde que Sergio Massa es ministro de Economía y también el pico de suba mensual desde abril de 2002, cuando había sido de 10,4% en plena crisis de la salida de la convertibilidad.
El secretario de Comercio, Matías Tombolini, en una presentación de prensa realizada en el ministerio de Economía, afirmó que “el dato de inflación que se conoció hoy es un dato que duele”.
“Somos conscientes del impacto que esto genera en el bolsillo de los argentinos”, admitió el economista, en sintonía con la primera reacción oficial, que había sido la de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, quien igualmente había dicho que a partir de ahora habría una tendencia a la baja en la evolución del índice de precios al consumidor.
Más allá del 7,7% mensual a nivel general que arrojó el trabajo del Instituto de Estadística y Censos (Indec), Tombolini hizo hincapié en los incrementos en el rubro de Alimentos y Bebidas, que marcó una suba del 9,3% en marzo.
“Los formadores de precios no están cumpliendo con los acuerdos que hemos celebrado de manera voluntaria”, acusó.
Frente a ello, el titular de Comercio anunció que se avanzará en acuerdos de precios con los exportadores, “que tendrán acceso al dólar diferencial para que cumplan con precio y abastecimiento en lo que tiene que ver con las economías regionales que seleccione la Secretaría de Agricultura”.
Al mismo tiempo, Comercio fortalecerá la rigurosidad con los formadores de precios en la fiscalización y junto con la nueva administración del Mercado Central se apuntará a mejorar los controles y el trabajo en frutas, verduras y hortalizas.
“En los meses que siguen, el trabajo en conjunto con las distintas áreas del Ministerio y el Gobierno será para profundizar la política que nos permita ampliar el abanico de acuerdos y fortalecer los controles”, expresó Tombolini.
Sobre el índice dado a conocer esta tarde, el secretario señaló que “marzo es un mes que estacionalmente presenta un comportamiento particular. Rubros como educación, indumentaria y también hoteles y restaurantes presentan un aumento por encima de lo que resulta habitual en el comportamiento mensual”.
“Hay aspectos en los que podemos mejorar y otros en los que no tenemos control. Por ejemplo, en alimentos, la peor sequía desde 1922, la ola de calor más fuerte desde 1906 para un mes de marzo y la gripe aviar impulsaron el índice.
“Pero el 9,3% que conocimos en alimentos y bebidas tiene que ver también con el rol de los formadores de precios. Con el programa de Precios Justos establecimos un sistema de acuerdos, en donde invitamos a los formadores de precios a que sean parte de la solución y no parte del problema”.
Al respecto, agregó: “Estamos viendo que el cumplimiento en los hipermercados es correcto, pero en los comercios de cercanía -allí donde transita más del 60% del consumo de nuestros compatriotas- incumplen”.
Entre los ejemplos que compartió el secretario pudo verse que mientras el programa Precios Justos mostraba que el precio de la leche en los supermercados era de $234,70, en la góndola de los comercios de proximidad fue de $288,17. Asimismo, el pan de molde fue $487,40 contra $774, 83 (+58,97%).