La sentencia a cadena perpetua a cinco de los acusados y de 15 años de cárcel a los otros tres rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa dio por finalizado el juicio por el crimen que ha conmocionado al país desde el 18 de enero de 2020.
Tras pasar esta noche en la alcaidía de Melchor Romero, donde estuvieron detenidos estos tres años, los condenados comenzarán a ser trasladados a uno o más penales para cumplir lo dictaminado por el Tribunal Oral en lo Criminal Número 1 de la ciudad bonaerense de Dolores.
Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi recibieron la sentencia a cadena perpetua por ser coautores del asesinato; por su parte, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi fueron considerados partícipes secundarios y recibieron una pena de 15 años de cárcel.
En casos de cadena perpetua, mayoritariamente se contempla como hipótesis extrema los 50 años de cárcel para los condenados. Una vez cumplidos 35 años de la pena y, según las normas y el reglamento carcelario, podrían obtener la libertad bajo ciertas condiciones. Pero, para los casos de homicidio agravado cómo fue la sentencia que recibieron los cinco rugbiers, no aplica ese beneficio. Entonces, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertoss recién podrían salir en libertad en 2070, ya que de los 50 años de condena ya cumplieron tres.
En cambio, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi podrían comenzar a gozar de salidas transitorias en 2030. Según la ley, para acceder a la libertad condicional hay que haber cumplido dos tercios de la condena. En su caso, 10 años. Ellos ya estuvieron presos tres, por lo que en siete más podrían reclamar ese beneficio. Para eso, deberán acreditar buena conducta durante la detención y la realización de cursos, talleres o estudios académicos durante su estancia tras las rejas.