El rugbier Máximo Thomsen se descompensó en la sala de los tribunales de Dolores cuando este lunes escuchó la sentencia a prisión perpetua en su contra al ser encontrado por la Justicia culpable como coautor junto a otros cuatro jóvenes del crimen de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell el 18 de enero de 2020.
Thomsen recibió la pena máxima junto a Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi, mientras que Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi fueron considerados partícipes secundarios y recibieron una sentencia de 15 años de cárcel.
Al escuchar que iba a ir a cárcel de por vida, Thomsen, cuya zapatilla quedó marcada en el cráneo de Báez Sosa por la patada que le dio cuando ya estaba en el piso, se descompensó, lo que obligó a la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal Número 1 de Dolores, la jueza María Claudia Castro, a interrumpir la lectura del fallo para que el sentenciado recibiera atención médica.
En ese momento, la madre de Thomsen, Rosalía Zárate, se levantó de su asiento para gritarle a los periodistas que cubrían la lectura del fallo: “Esto es culpa de ustedes”, les espetó.