El matemático argentino Luis Caffarelli fue distinguido con el prestigioso premio Abel, considerado el “Nobel” de las matemáticas, por su trabajo con las “ecuaciones diferenciales parciales”, que permiten describir fenómenos tan diferentes como el problema del hielo que se derrite en el agua o el crecimiento de las poblaciones.
Se trata del primer sudamericano en recibir este prestigioso premio noruego, que comenzó a entregarse en el año 2003, y su dotación es de 7,5 millones de coronas noruegas (676.500 euros).
Egresado de la Universidad de Buenos Aires y profesor de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, Caffarelli, de 74 años, definió su campo de estudio como “una matemática que se usa para colaborar en cuestiones más de física, ya sean fluidos, fuerzas”. “Estudiamos las propiedades internas, vemos cómo son las superficies, cómo avanzan, cómo son absorbidas por otras”, explicó.
Caffarelli aportó soluciones esclarecedoras a estos problemas con aplicaciones a las interfases sólido-líquido, a los flujos de chorro y de cavitación, a los flujos de gases y líquidos en materiales porosos, así como a las matemáticas financieras, según se indicó en el comunicado de la Academia Noruega de Ciencias y Letras que otorga el premio Abel.
¿Qué se ubica en la fase intermedia entre el agua y el hielo? “Puede ser otro mundo”, aseguró Caffarelli en una entrevista a la agencia estatal Télam.
“Está el fluido y el fluido congelado. El avance de uno sobre otro depende de si hay temperatura positiva. Entonces, la parte que es acuosa se va presentando sobre la parte que es sólida. El movimiento es muy interesante y puede ser muy distinto. La parte acuosa puede tener un montón de entradas finitas”, detalló el científico maravillado por las interacciones tan complejas que pueden presentarse.
El trabajo ganador
Las ecuaciones diferenciales son herramientas utilizadas por los científicos para predecir el comportamiento del mundo físico y aparecen como leyes de la naturaleza para describir fenómenos tan diferentes como el fluir del agua o el crecimiento de las poblaciones, precisó la Academia Noruega a través de un comunicado.
Estas ecuaciones han sido objeto constante de intenso estudio desde la época de Isaac Newton. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de numerosos matemáticos durante siglos, las soluciones de algunas de las ecuaciones clave siguen sin resolverse.
El trabajo del matemático se refiere en gran parte a asuntos de frontera libre, como el problema del hielo que se derrite en el agua, donde la frontera libre es la fase intermedia entre el agua y el hielo, que es parte de lo desconocido y que está por determinarse.
Caffarelli aportó soluciones esclarecedoras a estos problemas con aplicaciones a las interfases sólido-líquido, a los flujos de chorro y de cavitación, a los flujos de gases y líquidos en materiales porosos, así como a las matemáticas financieras, según se indicó.
“Pocos otros matemáticos vivos han contribuido tanto a nuestra comprensión de las ecuaciones diferenciales parciales como Caffarelli”, agregaron en el texto.
Las ecuaciones diferenciales desempeñan un papel de primer orden en numerosas disciplinas, entre las que se incluyen la física, la economía y la biología.
La academia del país nórdico destacó en particular las contribuciones del laureado durante más de 40 años a la teoría de la regularidad, que refiere a la regularidad de las soluciones, algo esencial en los cálculos numéricos, ya que la ausencia de regularidad “mide la salvajez con que la naturaleza puede comportarse”, se explicó.
“Al combinar su brillante conocimiento geométrico con ingeniosas herramientas analíticas y métodos, ha tenido y continúa teniendo un impacto muy importante en el campo”, afirmó Helge Holden, presidente del comité Abel.