Lo que tanto temían las autoridades de Qatar y la FIFA ocurrió este lunes cuando iban siete minutos del segundo tiempo del partido entre Uruguay y Portugal: un espectador invadió el campo de juego y corrió entre los futbolistas enarbolando la bandera con los colores del orgullo LGTBQ+.
Justo en el partido 32, la mitad del torneo, la seguridad qatarí fue franqueada por un activista que apenas ingresó al césped del estadio fue obviado por las cámaras de la TV oficial, que igualmente no pudieron evitar (¿o no quisieron?) filmar al árbitro del encuentro recogiendo la bandera del suelo.
La elección de Qatar como sede de esta Copa del Mundo fue muy cuestionada, ya que en ese país la homosexualidad y las minorías sexuales son consideradas un delito grave. Con todo el planeta observando a esta pequeña región de Medio Oriente, era de esperar alguna situación como la que se vivió en el estadio Lusail.
El intruso fue rápidamente detenido y se lo llevaron a la zona interior de los vestuarios, sin que todavía se conozca más información sobre su identidad y el castigó que podría recibir.