El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, juró este sábado ante el Parlamento en Ankara para iniciar su tercer mandato, que extenderá los 20 años que ya lleva en el poder, que en el escenario de guerra en el este de Europa, lo convierte en un factor clave para tratar de restituir la paz en esa región.
El jefe de Estado, de 69 años y reelegido el 28 de mayo pasado en un balotaje con el 52% de los votos, juró para un nuevo mandato de cinco años y prometió “asumir su deber con imparcialidad” ante los 600 diputados electos en la primera vuelta del 14 de mayo, en una ceremonia retransmitida en directo por los canales de televisión turcos.
Entre los principales temas de agenda para el gobierno figura frenar la devaluación constante de la lira turca, mitigar el aumento de los precios (la inflación anual superó el 85% en octubre, la más alta en un cuarto de siglo) y dar una respuesta sobre los muertos y desplazados por el terremoto que el 6 de febrero pasado dejó más de 50.000 fallecidos y un número desconocido de desaparecidos.
La ceremonia de investidura de Erdogan contó con la presencia de unos 20 jefes de Estado y del secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, indicó la prensa oficial citada por la agencia de noticias AFP.
Turquía forma parte de los 31 miembros de la alianza militar liderada por Estados Unidos y mantiene su veto a la adhesión de Suecia, con el argumento de que ofrece refugio a activistas kurdos que Ankara considera “terroristas”.
Turquía ha intentado ser mediador entre Rusia y Ucrania desde la invasión de los tropas del Kremlin al país apoyado por la OTAN que lidera Estados Unidos.
Esta semana, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que “ha llegado el momento” de que Suecia se una a la OTAN, tras la adhesión de Finlandia. Explicó espera lograrlo antes de la cumbre de la alianza en julio en Lituania.
“Desde la perspectiva de Estados Unidos, ha llegado el momento de finalizar la adhesión de Suecia. De nuevo, ha dado pasos muy significativos para abordar preocupaciones muy legítimas y creo que en términos de sus propias cualificaciones para la adhesión desde el primer día, estaba cualificada”, tuiteó el funcionario de la Casa Blanca.
Washington no quiere ceder en su presión a Ankara para fortalecer aún más a la OTAN en Europa. Justamente la excusa perfecta para que Putin continúe con su “operación militar” en territorio ucraniano. Erdogan está en el medio, con relaciones comerciales y políticas con ambas potencias.