El gobierno acusó a los diarios paulistas de hacer campaña en su contra. Y el sindicato de prensa lo avaló.
La confrontación entre el poder político y los medios de comunicación tradicionales es un fenómeno que excede las fronteras de la Argentina. Se vio en la reciente campaña presidencial del Uruguay, donde el diario El País se pronunció en contra de la candidatura de quien finalmente resultó electo presidente por el Frente Amplio, José “Pepe” Mujica. Y también se ve en la campaña presidencial del Brasil, donde a pesar de que la fortaleza de la gestión del presidente Luiz Inacio Lula da Silva no deja lugar a dudas sobre la victoria de la candidata presidencial de PT, Dilma Rousseff, la confrontación del gobierno con los principales medios de comunicación está llegando a límites desconocidos.
De hecho, ayer Rousseff acusó frontalmente el diario Folha de Sao Paulo de hacer campaña en su contra, a raíz de una serie de denuncias de corrupción que le costaron la dimisión a su sucesora en la Casa Civil, Erenice Guerra.
La pregunta es por qué el diario paulista atacaría a Rousseff, que tiente grandes posibilidades de consagrarse en la primera vuelta electoral del 3 de octubre como la primera presidente mujer del Brasil y que, según indican las encuestas, no se ve afectada electoralmente por estas denuncias. ¿Es ejercicio pleno del periodismo? ¿Es una disputa de poder en la que el diario intenta marcarle la cancha?… las especulaciones de los observadores brasileños están a la orden del día, tanto o más que lo que nos tienen acostumbrados en la Argentina.
En Brasil, como en Argentina, la disputa está dividiendo las aguas y forzando alineamientos. En este marco, es llamativa la postura del sindicato de periodistas de Sao Paulo, afiliado a la Central Unica de Trabajadores brasileña, que convocó para mañana, jueves 23, a un acto contra el “golpismo mediático” que atribuye a algunos canales y diarios en contra de la candidata presidencial Dilma Rousseff.
“Los viejos medios se transformaron en un verdadero partido político” que publica una serie de “bajezas con la intención de llevar al candidato José Serra (opositor) a un segundo turno”, afirmó el gremio de los periodistas en un comunicado.
“En la recta final de la campaña se entró en un sendero peligroso, y los viejos medios incitan a una onda de bajezas, de denuncias sin pruebas que llevan a forzar la presunción de culpa” contra los acusados de corrupción.
El sindicato de prensa paulista considera que los grandes medios “afrontan a la Constitución, que establece la presunción de inocencia” de los acusados.
La semana pasada renunció la ministra de la Casa Civil, Erenice Guerra, bajo cargo de tráfico de influencias, que rechazó.
Según el sindicato de periodistas hay un “aparente juego combinado entre los medios viejos y los candidatos de las fuerzas conservadoras”.
El encuentro será realizado el 23 de setiembre y en él participará el Partido de los Trabajadores, en el gobierno, entre otras fuerzas políticas.