El opositor Daniel Ostropolsky se imponía en las elecciones de representantes del abogados del interior del país. El gobierno perderá la mayoría a partir de diciembre.
El candidato mendocino, Daniel Ostropolsky, al Consejo de la Magistratura se imponía esta noche en los comicios para elegir representante por los abogados del interior del país con aproximadamente el 43 por ciento de los votos, seguido por el marplatense Juan Carlos Paris, con un 26 por ciento.
Como había anticipado Gaceta Mercantil, el actual presidente del Colegio de Abogados de Mendoza proviene del radicalismo, tiene un perfil opositor al gobierno de Cristina Kirchner, se había alineado con el abogado ganador por Capital Federal Alejandro Fargosi y tiene buena relación con el actual presidente de la Asociación de Magistrados de tono hipercrítico hacia el Gobierno Ricardo Recondo, el ganador por los jueces para llegar al Consejo en diciembre.
A Ostropolsky se lo sindica como un hombre de fuertes con la UCR y con buenos vínculos con el vicepresidente de la Nación Julio Cobos, oriundo de su provincia.
Igualmente la elección contó un bajísimo porcentaje de votantes, lo que se evidencia en los cómputos provisorios: el ganador se imponía con 3244 votos por sobre el segundo, Paris, con 2508 y detrás lo seguían los otros tres candidatos. El padrón total de abogados por provincia de Buenos Aires e Interior ronda los 85.000 letrados.
Según fuentes consultadas por Gaceta Mercantil, Ostropolsky se impuso en todos los distritos y la afluencia de votantes fue sensiblemente mayor que hace cuatro años, cuando se votaron a los actuales representantes ante el Consejo de la Magistratura y sufragó sólo el 8 por ciento del padrón.
Desde el 17 de diciembre próximo nada será igual en el Consejo de la Magistratura de la Nación. La fuerza de los votos parece decidida a imponerse a la inevitable reforma impulsada hace un par de años por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que redujo de 20 a 13 a sus miembros y abrió la puerta a la mayoría oficialista con poder de veto en las votaciones y a los cuestionamientos por el predominio de la presencia política en desmedro de la representatividad de los sectores más ligados a la Justicia: los abogados, los jueces y los académicos.
Así funcionó en los últimos años. Pero desde el martes próximo, cuando sea electo el representante letrado por el interior del país, la fuerza del voto pondrá en serio peligro la relación de fuerzas que hasta ahora se dio en el Consejo reformado de la era K.