La vida de este prócer atraviesa la gobernación de Buenos Aires, el Virreinato desde 1776 con las posteriores invasiones británicas, a las que dedicó sus versos, la Revolución de Mayo -a la que adhirió y lo nombró director de la Biblioteca Pública y los sucesivos gobiernos como diputado en la Asamblea del Año XIII y el Congreso de Tucumán.