El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, promulgó una nueva y polémica ley contra la homosexualidad en el país, una de las más duras del mundo contra el colectivo LGBTQ, aunque el parlamento suavizó el texto inicial en los últimos dos meses.
Los actos homosexuales ya eran ilegales en Uganda, pero ahora cualquier condenado puede enfrentarse a cadena perpetua.
La legislación aprobada el lunes también contempla la pena de muerte para los llamados “casos agravados”, como tener relaciones homosexuales con alguien menor de 18 años o infectar a una pareja sexual con una enfermedad crónica como el sida.