El papa Francisco consideró este lunes que el intento del asalto del Planalto en Brasil por parte de manifestantes ultrabolsonaristas es “un signo de debilitamiento de la democracia”, lo que calificó como “preocupante” ante los embajadores en el Vaticano en su tradicional saludo anual a los representantes de los diferentes países en la Santa Sede.
El Papa hizo además una nueva condena al “reguero de muerte y destrucción” provocado por la guerra en Ucrania, a la que tomó de ejemplo para pedir una vez más una “reforma de los organismos” multilaterales.
“Es preocupante el debilitamiento, en muchas partes del mundo, de la democracia y de la posibilidad de libertad que esta consiente, aun con todos los límites de un sistema humano”, lamentó el pontífice al dar este lunes su saludo de inicio de año al Cuerpo Diplomático acreditado en el Vaticano.
Para el Papa, “esto muchas veces lo pagan las mujeres y las minorías étnicas, así como los equilibrios de sociedades enteras donde el malestar conduce a tensiones sociales e incluso a conflictos armados”.
“En muchas zonas, un signo de debilitamiento de la democracia está marcado por las crecientes polarizaciones políticas y sociales, que no ayudan a resolver los problemas urgentes de los ciudadanos”, desarrolló luego Francisco al hablar ante representantes de los 183 Estados con los que la Santa Sede tiene relaciones.
“Pienso en las numerosas crisis políticas en diversos países del continente americano, con su carga de tensiones y formas de violencia que agudizan los conflictos sociales. Pienso especialmente en lo que sucedió recientemente en Perú y en estas últimas horas en Brasil y a la preocupante situación en Haití”, explicitó.