La caída de un misil del lado polaco de la frontera con Ucrania, que causó la muerte a dos campesinos, elevó este martes la tensión al máximo en Europa del este, atravesada por el conflicto bélico desde la invasión rusa en febrero pasado.
El Kremlin negó tener responsabilidad en el hecho, que puso en alerta a la OTAN, ya que Polonia es parte de la alianza militar que lidera Estados Unidos, que aún no afirmó que el ataque haya sido realizado por orden de Moscú.
Con este escenario, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, convocó de urgencia a la Comisión de Seguridad Nacional tras la muerte de los dos connacionales en la localidad de Przewodow, cerca de la frontera con Ucrania.
“Hemos recibido una notificación de una explosión en el patio de secado. De hecho, nada más llegar, confirmamos que algo así sucedió. Dos personas murieron en el lugar. Por el momento estamos asegurando la escena e iluminando el área de la acción”, explicó a Radio Lublin el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Hrubieszow, Marcin Lebiedowicz.
Rusia calificó de “provocaciones” las informaciones de que sus misiles hayan caído en Polonia. “Las declaraciones de los medios polacos y de responsables oficiales sobre una supuesta caída de misiles rusos cerca de la localidad de Przewodow son una provocación intencionada que buscan una escalada de la situación”, apuntó el ministerio ruso de Defensa a través de un comunicado.
Por su parte, el departamento estadounidense de Defensa (Pentágono) señaló que investigaba informaciones sobre los posibles misiles rusos caídos en Polonia, pero no avanzó hasta atribuir una responsabilidad.
“Estamos al tanto de informes de prensa que dicen que dos misiles rusos impactaron en el interior de Polonia o en la frontera con Ucrania”, dijo el portavoz del Pentágono, Pat Ryder.
“En este momento no tenemos información para corroborar que hubo un ataque con misiles”, admitió Ryder a periodistas y añadió que el Pentágono está “investigando más”.
Durante una horas, en la madrugada de este martes, la cumbre del G20 que se celebra en Basli, Indonesia, se vio sacudida por la noticia, aunque con el correr de las horas, y la dificultad para acusar a Moscú, la tensión cedió.
Insluso, portavoces de países occidentales -en particular Polonia pero también los bálticos- llegaron a mencionar el artículo 5° de la carta de la Alianza Atlántica que habla de que un ataque a uno de los miembros -Varsovia lo es- debe ser considerado una agresión a todos, lo que habilitaría a una declaración de guerra.