El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acudió este domingo por la noche al Palacio de Planalto para evaluar la escala de los daños causados por miles de manifestantes bolsonaristas que ayer asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
Tras inspeccionar las instalaciones de la sede del Ejecutivo, el primer mandatario se dirigió al edificio del Supremo Tribunal Federal (STF), donde fue recibido por su presidenta, Rosa Weber, y sus magistrados Dias Toffoli y Luis Roberto Barroso, informa O Globo.
Previamente a la visita presidencial, tanto el Palacio de Planalto como el STF fueron sometidos a un barrido por un equipo antibombas de la Policía Federal.
Ambos edificios sufrieron daños significativos tras la irrupción de los partidarios del exmandatario Jair Bolsonaro, derrotado por estrecho margen en las elecciones presidenciales del 30 de octubre.
Los daños incluyen patrimonio cultural difícilmente recuperable como diversas obras de arte y esculturas. Además, destrozaron mobiliario, ordenadores y ventanas.
Entre los espacios destrozados está la habitación que corresponde a la primera dama, Rosângela Lula da Silva., pero el despacho presidencial quedó intacto debido al refuerzo de la seguridad de las cerraduras y las puertas.
En el STF fue atacada la llamada Sala de los Bustos, que contaba con las esculturas de personalidades importantes del país, entre ellos los abolicionistas Rui Barbosa y Joaquim Nabuco. Asimismo, fue retirado el escudo de armas de la República y robada una réplica de la edición original de la Constitución.
Durante los actos vandálicos se pintó un grafiti en la escultura “Justicia” de Alfredo Ceschiatti y se robaron las sillas que los once ministros del STF utilizaban en los juicios.
Entre los objetos de valor histórico afectados se encuentra también una alfombra que, según información del STF, perteneció a la infanta Isabel, hija del emperador Pedro II de Brasil.
La presidenta del órgano judicial declaró en un comunicado que el “patrimonio histórico de los brasileños y de la humanidad, fue gravemente destruido por criminales, vándalos y antidemócratas”.
“Acabo de visitar esta noche el Palacio de Planalto y el STF. Los golpistas que promovieron la destrucción del patrimonio público en Brasilia están siendo identificados y serán castigados. Mañana reanudaremos el trabajo en el Palacio de Planalto. La democracia siempre. Buenas noches”, escribió Lula en su cuenta de Twitter.