El presidente Alberto Fernández y su par de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, confirmaron este domingo que avanzan en la creación de una “moneda sudamericana común” en el marco de un fuerte relanzamiento de la “alianza bilateral” entre ambos países, reivindicaron “la paz y la democracia” y condenaron todas las formas de “extremismo antidemocrático” y de “violencia política” en la región.
Los mandatarios publicaron un texto como antesala de la agenda que compartirán este lunes en la reunión que ambos mantendrán como parte de la visita de Da Silva al país por la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El plan, que se discutirá en Buenos Aires este martes, se centrará en cómo una nueva divisa, que Brasil sugiere llamar “sur”, podría impulsar el comercio regional y reducir la dependencia del dólar.
En el mensaje, que escribieron conjuntamente, indicaron que decidieron “avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa”.
En esa línea, instaron a “simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales” para “superar las barreras” en los intercambios.
La tendencia mundial a cerrarse en bloques económicos frente al proteccionismo derivado de la guerra en Ucrania y las sanciones cruzadas entre EEUU y China está llevando a la creación de monedas para el flujo comercial. Por ejemplo, Rusia y China han aumento significativamente ese intercambioen rublos y yenes en detrimento del dólar, sobre todo para ventas de gas.
“Habrá una decisión de comenzar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común que incluye todo, desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales“, anticipó el ministro de Economía, Sergio Massa, a un diario británico, que lo destacó el tema en su edición dominical.
“Sería un estudio de los mecanismos de integración”, dijo Massa, que admitió que en principio la nueva moneda actuaría en forma paralela al real y el peso.
“No quiero crear falsas expectativas … es el primer paso de un largo camino”, advirtió el jefe del Palacio de Hacienda, quien recordó que los procesos pueden ser muy “elásticos” y que en el caso de la conformación del euro llevó 35 años.
La idea es de data data -el Mercosur se creo en 1991- y volvió a discutirse en 2019, pero había recibido el rechazo contundente del Banco Central de Brasil, cuya conducción de ese momento era bolsonarista y ultraliberal, aunque el Financial Times analiza ahora que la tendencia “izquierdista” de ambos gobiernos podría hacer prosperar esta vez la iniciativa.
En principio un proyecto bilateral, la idea luego se extendería para invitar a otras naciones latinoamericanas, según el informe.
El medio británico cita también otros antecedentes como el proyecto para crear el “peso real”, en el que coincidieron en su momento los ex presidentes Mauricio Macri y Bolsonaro.
El Financial Times señala que lo atractivo de la propuesta “es más obvio para la Argentina, donde la inflación se acerca al 100% mientras el Banco Central imprime dinero para financiar el gasto“.
Desde que asumió Fernández, a finales de 2019, el monto del dinero en circulación de cuadriplicó y el billete de máxima denominación teniendo en cuenta el “ampliamente usado” tipo de cambio paralelo equivale a menos de tres dólares.