Lo hizo a pedido de un abogado de las Madres y luego de varios meses de trámites. Se requiere la firma del 20% del padrón.
Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires dio vía libre a la junta de firmas para llamar a un referendum revocatorio del mandato del jefe de Gobierno Mauricio Macri.
Los jueces aprobaron el pedido de uno de los abogados de las Madres de Plaza de Mayo, Roberto Boico, quien comenzó los trámites hace meses y con paciencia fue recolectando todos los documentos que le requirió el Tribunal.
Boico comenzará a recibir las planillas para juntar las 500.000 firmas necesarias, antes de la próxima Navidad, con miras a habilitar el referendum basado en un supuesto “mal desesmpeño” de funciones del Jefe de Gobierno en virtud de hallarse procesado como supuesto miembro de una asociación ilícita en la causa por escuchas telefónicas ilegales, confirmado por la Cámara Federal y actualmente a estudio de una instancia superior, Casación penal.
Todo se basa en el artículo 67 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que establece el derecho “a requerir la revocación del mandato de los funcionarios electivos fundándose en causas atinentes a su desempeño, impulsando una iniciativa con la firma del veinte por ciento de los inscriptos en el padrón electoral de la Ciudad o de la Comuna correspondiente”.
Para curarse en salud los jueces Ana María Conde y José Casas recordaron que se trata de un trámite similar al concedido el 2 de febrero de 2005 al abogado Fabián Bergenfeld contra Anibal Ibarra.
“Corresponde dejar constancia que, para evitar toda utilización política del procedimiento, se advierte claramente que el Tribunal no se pronuncia aquí, de manera alguna, sobre la certeza, probabilidad o duda acerca de las imputaciones formuladas al jefe de Gobierno y, menos aún, emite un juicio de valor acerca de ellas. En sentido estricto, la ‘preparación del trámite’ sólo significa abrir el procedimiento y entregar los documentos que harán posible la adhesión de los electores”, advirtieron. Ni falta que hacía.