En un fallo en el que hoy exculpa a Martín Redrado, el magistrado federal la emprendió contra el periodista “de investigación” y lo ataca con sus propias armas.
¿La excusa?: un fallo conocido hoy donde el magistrado sobreseyó al ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, en una denuncia por presunta malversación de fondos, abuso de autoridad y enriquecimiento ilícito.
Había sido acusado por gastos para talleres de yoga, teatro, tango, fotografía y funciones de teatro de títeres para el personal y compra de vehículos, todo de manera inconsulta al directorio.
Todos estos cargos tiene como origen una nota periodística publicada por el periodista Horacio Verbitsky en Página/12 y fueron llevados a los estrados judiciales -fotocopia del diario mediante- por el abogado Eduardo Barcesat. Dupla que se ha repetido decenas de veces.
No hacía falta aludir al periodista o al artículo en el fallo judicial, con descartar cargos y explicar motivos alcanzaba. Pero el juez federal Claudio Bonadío se dio el gusto y aludió a la persona del columnista dominical de manera extensa a lo largo de la resolución.
Recordó, por ejemplo, que el propio periodista aludía a un informe trimestral entregado por Redrado al Directorio, en el que se da cuenta de los gastos y cuya existencia consta en la causa.
“En la presente denuncia efectuada por el abogado Barcesat basada en la publicación periodística de Horacio Verbitsky, es el propio periodista quien sostiene que los datos de las contrataciones, que luego detalla, surgen del informe trimestral”, acotó el juez.
“Con lo cual caben dos conclusiones posibles: o el Sr. Verbitsky no realizó una total lectura de dichos informes para brindar así una clara y precisa información al respecto, lo que pareciera poco probable tratándose de un periodista de investigación como es el nombrado, o bien buscaba inducir al lector a que crea que fue el propio presidente del BCRA quien de manera inconsulta y para su exclusivo usufructo o beneficio realizaba las contrataciones denunciadas”. Claramente, según Bonadío el “intocable” Verbitsky hizo lo segundo.
En distintas partes del fallo, Bonadío espetó un “como lo da a entender este periodista” con el fin de refutar con documentos las acusaciones que había formulado a Redrado en el artículo.
Las contrataciones habían comenzado en gestiones anteriores y se basaban en planes aprobados por el Directorio del BCRA para estimular y disminuir el stress en los empleados del organismo a cargo de las políticas monetarias, apuntó el juez federal.
Además, descartó el cargo de enriquecimiento al dar por probado -en base a documentos- que una casa en Belgrano a la que aludía el artículo había sido comprada tres años antes de la llegada de Redrado al Central con un crédito bancario, y que su patrimonio creció de manera justificada.
Los gastos de esparcimiento en el entidad monetaria fueron hechos “de manera reglamentaria y en beneficio del colectivo institucional del Banco Central de la República Argentina”, le ladró Bonadío al periodista, que como aseguran cerca de Kirchner no es “kirchnerista” sino apenas “verbikista”.