Entró sonriente al estudio de América TV y salió como aplazado en un exámen final. ¿Imprevisión o victimización?
Mauricio Macri entró distendido a los estudios de la calle Gorriti de América TV, donde se emiten en vivo los almuerzos de Mirtha Legrand. Lo acompañaban Marcos Peña, María Eugenia Vidal e Ivan Pavlosky. No está claro si antes habló con su ex socio político, Francisco de Narváez, uno de los accionistas del canal junto a Daniel Vila y José Luis Manzano, o si aceptó sin negociaciones exponerse en medio de la tormenta que atraviesa en la mesa de la filosa conductora.
Lo cierto es que una hora y media más tarde, Mauricio salió demudado de los estudios. La “Señora”, como le llaman sus acólitos, o Mirtha a secas, como le dice él –que muy seguro la tutea, además-, lo paseó por todos los temas que podía pasearlo y se permitió, con ese tono maternalista que utiliza, advertirle que debía decir la verdad, como si hasta ahora no lo hubiera hecho. Ni siquiera se privó de meterle el dedo en la llaga de las declaraciones de Franco, su padre.
En fin, uno de los acompañantes a la comida televisiva deslizó más tarde, entre íntimos, que el almuerzo habría sido una más de las “limadas” del “Colorado” contra Mauricio. ¿Y Macri cayó en la trampa? ¿Será así?