El canciller Héctor Timerman, activo participante de Twitter, se cruzó por esa vía con varios periodistas de La Nación y el intercambio fue subiendo de tono hasta que el funcionario lo cortó abruptamente.
Todo comenzó con el caso Sadous. El por entonces flamante canciller, Héctor Timerman, comenzó a quejarse por Twitter de que los periodistas de La Nación hacían “novelas” y no lo consultaban como fuente. Uno de los periodistas de La Nación que escribe sobre Sadous, Hugo Alconada Mon, recogió el guante y le espetó: “Héctor. Te recuerdo que sí te llamé…”. El canciller respondió: “Hugo, espero con ansias que siga tu novela. Cuando tengas tiempo llamá a mi oficina o al vocero para chequear algún dato”.
Timerman siguió insistiendo en el supuesto ninguneo malintencionado de La Nación y varios hombres y mujeres del diario de Mitre terciaron por la red social en la discusión. El cruce terminó saldándose de la peor manera: Timerman dejó de seguir a los periodistas de La Nación –y por tanto dio por finalizada la discusión- alegando que Alconada Mon publicó su celular y mail y vulneró su derecho a la intimidad.
Desde entonces, para los periodistas de La Nación, Timerman pasó a ser llamado “Twitterman”. Al canciller no parece molestarle el mote, a juzgar por uno de sus últimos comentarios en la red social: “Twitter no hace operaciones de prensa…”.