Como un reflejo distorsionado de la dirigencia, una serie de “raros” candidatos buscan llegar a los legislativos.
“No es broma, es la realidad”, dice con ironía desde un afiche el payaso Tiririca, una figura legendaria de la de la TV brasileña que encabeza varias encuestas de opinión como candidato a diputado estadual por el Partido de la República.
La candidatura de Francisco Everaldo Oliveira Silva, Tiririca, podría cosechar más de un millón de votos en San Pablo. Hizo una campaña inteligente, partiendo desde su condición de payaso para exponer el descrédito de la clase dirigente.
Pero Tiririca no es el único candidato que llega desde fuera de la política tradicional. Las dos principales figuras de la Selección de Brasil campeona del Mundial de Futbol 1994, Romario y Bebeto, también son candidatos.
El goleador Romario compite por la diputación federal por el Partido Socialista Brasileño (PSB) en Río de Janeiro, mientras que Bebeto busca ser elegido como diputado regional del mismo estado por el Partido Democrático Laborista (PDL).
Otro campeón mundial, el ex boxeador Acelino Freitas (alias opó), se postula para una banca en la legislatura de Bahía por el Partido Republicano Brasileño PRB), al igual que su par Adilson “Maguila” Rodrígues un peso pesado que se presenta en la televisión con sus guantes para luchar contra la corrupción, el desempleo y las drogas, según informó un despacho de la agencia de noticias Télam.
Más en la línea del escándalo, Cameron Brasil, nombre artístico de Luciana Ribeiro Cruz, candidata a Diputada Federal por el PTN de San Pablo, es conocida por sus actuaciones en películas pornográficas y lejos de ocultar su profesión intenta aprovecharla desde su imagen de campaña con la lista 69 y un beso carmesí como logo.
También se anota en el rubro candidatos raros la aspirante a diputada federal por el Partido Laborista Nacional (PTN), Suéllem Rocha, una sexy bailarina de cabaret conocida como la “gatinha del funk” se presenta con el apodo de “Mujer Pera”, similar a la “Mujer Melón” con el que surgió Cristina Célia Antunes, por sus atributos con los que seduce a los seguidores del Partido Humanista de la Solidaridad para ser diputada estatal.
La lista de “raros” aspirantes a ocupar algunas de las 513 bancas de la Cámara de Diputados del Brasil, o de las legislaturas estaduales es demasiado larga. Como cierre y síntesis, diremos que también se presenta a elecciones la activista y ex prostituta Gabriela Leite, de 58 años, y con el lema de “Una puta diputada” busca una banca para el Partido Verde para promover iniciativas que terminen con los prejuicios contra las profesionales del sexo.