El legislador del peronismo disidente hizo un pase de verónica al ministro y el secretario del ramo. Salió a despotricar pero luego, huyó. ¿Por qué? ¿Le teme a algo?
El diputado del Peronismo Federal y ex gobernador bonaerense Felipe Solá declaró en cuanto medio se le cruzó que el Gobierno nacional “niega” el problema de la inseguridad. Y que se lo lanza a los gobernadores. Para ser más gráfico, explicó a una radio que con el fin de que se vea que está en lo cierto, siempre pregunta quién es el secretario de Seguridad, y nadie sabe responderle.
Es cierto que el funcionario en cuestión es poco conocido. Ahora bien, cuando la semana pasada el ministro de Justicia, Julio Alak, visitó la comisión del ramo en Diputados, fue acompañado del secretario, Sergio Lorusso, ex colaborador de Solá en la gobernación y en la secretaría de Ganadería y Pesca. Parece que Solá prefirió no confrontar con su ex subordinado porque cuando se enteró de su presencia, enfiló para otro recinto y no asistió a la reunión de comisión, que había sido insistentemente reclamada por la oposición. ¿Habrá temido confrontar con su ex colaborador? ¿Pensaría Lorusso recordarle que en la gestión Solá desapareció Julio López o se dieron sonados casos de secuestros? ¿O que el entonces gobernador designó como ministro de Seguridad a su amigo, el ingeniero agrónomo Raúl Rivara, ya entonces cuestionado por el sonado caso judicial por la venta de harina del molino familiar a la Provincia?