El titular de CAME recibirá mañana, jueves, a la presidente Cristina Fernández de Kirchner en un acto por el Día de la Industria que se celebrará en una sede del INTI en San Martín. Paradojas de los reacomodamientos políticos.
“Deseamos destacar los importantes logros del Gobierno Militar en el plano de la acción antisubversiva y el restablecimiento de la moral pública, el orden y la seguridad”.
La frase aparece en los diarios del 25 de marzo de 1977 y lleva la firma de Osvaldo Cornide, el empresario con quien Cristina Kirchner decidió celebrar este jueves el Día de la Industria, luego de cancelar su cita con la UIA tras el faltazo de sus principales dirigentes a la presentación del informe oficial sobre Papel Prensa.
La paradoja no podría ser mayor. La Presidenta desairó a la UIA -con la que los K siempre compartieron la efeméride– porque no acudió al acto donde el Gobierno desplegó toda su artillería pesada contra Clarín por su pasado ligado a la dictadura. Pero eligió en su reemplazo a un dirigente que expresó públicamente su adhesión al régimen dictatorial de Videla, Massera y sus secuaces, e incluso -años más tarde- al fundamentalista Mohamed Alí Seineldín, como pudo comprobarlo en 1989 un cronista de Gaceta Mercantil.
Cornide tiene 72 años y se inició políticamente en el frondizismo, pero siempre tuvo la habilidad de ubicarse al calor del poder. Aunque ahora lo considere un pecado de juventud -y no haya estado sólo en eso- fue uno de los impulsores del “lockout” empresarial contra Isabel Perón.
La frase que encabeza esta nota es parte de una solicitada que firmó el hoy titular de CAME en los principales diarios nacionales. Allí también puede leerse: “Al cumplirse el primer aniversario de la asunción del gobierno, por las Fuerzas Armadas, acontecimiento que concluyó con un régimen que conducía inexorablemente al país al caos y la disgregación, consideramos un deber expresar a ustedes y por su intermedio a vuestras respectivas instituciones nuestro agradecimiento y el de nuestras entidades por la patriótica decisión tomada”.
Tras la vuelta de la democracia, Cornide tampoco exhibió una trayectoria muy apegada a los valores democráticos. En 1989, casi un año después del alzamiento carapintada de Villa Martelli, fue uno de los que más vitoreó a Mohamed Alí Seineldín en un mítin que organizó el militar rebelde en una iglesia del barrio de Saavedra, donde se practicaba el catolicismo ultramontano.
Ya con Carlos Menem en el poder, el empresario no tuvo empacho en admitir que había sido uno de los que le aconsejó al riojano forzar una asunción anticipada de la Presidencia. Trabó una estrechísima relación con Menem que se extendió durante sus dos mandatos, pero siempre -hay que decirlo- instalado en la vereda de enfrente del superministro Domingo Cavallo.
Este jueves, como premio por haber asistido a la presentación del informe sobre Papel Prensa, Cornide tendrá oportunidad de brindar por la industria nacional con Cristina Kirchner.
La convocatoria es para el mediodía en un predio del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) ubicado en la avenida General Paz al 5.400, en el partido de San Martín.
Al acto acudirán unos 700 empresarios pymes –según un comunicado de CAME– y la Presidenta estará acompañada por varios ministros del gabinete. Todo un premio para alguien tan interesado en mostrarse siempre cerca del poder, sea por la razón (los votos) o por la fuerza.