Tras el desaire del martes en el acto por Papel Prensa, el Gobierno envió a dos ministros a recomponer relaciones con un sector del empresariado.
Apenas un día después del desplante que sufrió por parte del empresariado en la presentación del informe oficial sobre Papel Prensa, el Gobierno empezó a desplegar un operativo de seducción para reconstruir puentes de diálogo con algún sector del establishment.
Los encargados de iniciarlo fueron los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Industria, Débora Giorgi. Ambos funcionarios acudieron ayer miércoles a inaugurar la muestra anual de SIAL-Mercosur y la Asociación de Supermercadistas Unidos (ASU), que capitanea el otrora denostado Alfredo Coto. La presencia de los ministros fue confirmada a último momento.
Coto pegó el faltazo al acto de Papel Prensa, al igual que la inmensa mayoría de sus colegas empresarios invitados. Pero ante Giorgi y Boudou aclaró que no había asistido por una fuerte gripe que aún arrastraba y que había mandado a su vicepresidente, como hicieron otros que también eludieron el llamado de la Casa Rosada.
Los dos ministros se deshicieron en elogios hacia la muestra y hacia los empresarios del sector. Ante un centenar de asistentes, Boudou incluso tuteó al jefe de los supermercadistas y lo llamó cariñosamente “Alfredo”. Después, al recorrer los stands, se detuvo en uno de golosinas porque exhibía unos caramelos masticables con forma de dentadura de los que se declaró “fanático”.
Giorgi destacó las potencialidades del sector alimentario, que a su juicio seguirá engrosando su demanda gracias al crecimiento del mundo emergente y su necesidad de alimentos elaborados. También posó con una multitud de fabricantes locales, tanto de comestibles como de maquinarias para producirlos.
Los empresarios retribuyeron el gesto. Coto admitió que la inflación “sigue a su ritmo”, pero destacó que ello no genera todavía caídas en el consumo. “Estamos vendiendo mejor que nunca”, se ufanó. Directivos de Carrefour y de Jumbo-Disco sí advirtieron que para sostener las ventas son necesarias promociones que antes no hacían falta.
Los coqueteos seguirán, pero siempre en el marco de la guerra contra Clarín. Con Techint y otras grandes empresas alineadas con el holding mediático, seguramente la paz tardará en llegar.