Dos años, un mes y 11 días duró el respeto por el luto debido a la muerte de Diego Armando Maradona. La polémica figura del “Diez”, generadora de amores y odios alrededor del planeta durante casi cinco décadas, había sido cubierta bajo un manto de piedad luego de su muerte el 25 de noviembre de 2020. Apenas si había salido de nuevo a la luz su polémica relación con una menor en Cuba que tuvo algo de rebote en la prensa y la sociedad pero que bajo el halo de dolor por la muerte del más grande ídolo de la historia del fútbol había quedado sepultada. Pero ahora, el Napoli, su equipo del sur de Italia, puntea con mucha ventaja la liga y va rumbo a un “Scudetto” que no consigue desde que Maradona usaba la camiseta “10” celeste. Y parece que eso, una vez más, desató la furia del norte del país.
El domingo pasado, el Spezia recibió al Napoli y sufrió una dura goleada 3-0 por parte del líder de la Serie A con 13 puntos de ventaja sobre el segundo, el Inter de Lautaro Martínez, con poco más de una rueda del torneo disputada.
La Spezia es una provincia de la región de Liguria, en el norte de Italia. Su capital está casi equidistante entre Florencia y Génova y sus costas son bañadas por el soñado mar Mediterráneo. Sin embargo, el equipo local navega en las últimas posiciones de la tabla y a los “tifosi” poco les importa vivir en una especie de mini paraíso itálico.
La chispa estaba encendida desde antes del partido, ya que el DT del Napoli es Luciano Spalletti, quien cuando Diego jugaba en el Napoli vestía los colores del Spezia. Esa “traición” no fue tolerada por los ultras, que insultaron al entrenador. Y tras envalentonarse, apuntaron contra el máximo ídolo de sus rivales de turno.
Los hinchas locales cambiaron la letra de la tradicional canción de los napolitanos para Maradona para burlarse de la muerte del ídolo. “Oh mamma mamma mamma sai perché mi batte il corazon?, è morto Maradona” (“¿Sabes por qué me late l corazón? Maradona esta muerto”), entonaron desde la “Curva Ferrovia”, la barra del Spezia. Además, recordaron el doping positivo del “Diez” en 1991, que marcó el final de su trayectoria en la Seria A: “Diego non pipa piú” (Diego ya no orina), exclamaron.
Se acabó la tregua. Volvieron esos “villanos” -que bien describían “Los Piojos”- que sin más armas en la mano que un “diez” en la camiseta, Maradona enfrentaba domingo por medio, cuando su Napoli visitaba y ganaba en los terrenos del norte de Italia, el lugar del planeta que sigue odiando al futbolista más amado de la historia.