Las primeras pericias a la pistola Bersa usada por Fernando Sabag Montiel en su intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el 1° de septiembre, dejaron en evidencia que el disparo no salió porque no había bala en la recámara, pero imágenes recuperadas de la tarjeta de memoria de su celular lo muestran ensayando el movimiento de la corredera.
Este domingo se supo que un militante que estaba a su lado en la noche del 1° de setiembre vio que trató de cargar la pistola después de fallar un primer disparo, cuando hasta ahora se afirmaba que había intentado accionar el gatillo dos veces antes de que lo derribaran.
El atacante de la titular del Senado usó una pistola Bersa semiautomática de acción simple, calibre .32 (7,65mm Browning), modelo Lusber 84.
Al ser peritada por la Policía Federal se confirmó que, aunque estaba cargada con cinco bajas, no tenía ninguna en la recámara y cuando los peritos de la División Balística hicieron varios disparos con el arma confirmaron que funcionaba perfectamente.
Por lo tanto, la razón por la cual no se produjo el disparo, pese a que Sabag Montiel gatilló dos veces, fue que el arma no estaba lista. La pregunta ahora es si el agresor no quiso matar a CFK o no lo hizo por otras circunstancias, torpeza o nervios, por ejemplo.
El video que fue recuperado de la tarjeta SIM del celular del atacante lo muestra haciendo con la corredera el movimiento necesario para que una de las balas del cargador suba a la recámara y la pistola quede lista para disparar.
Reconstrucción
Hace hoy diez días, Sabag Montiel se dirigió al domicilio de Cristina Kirchner -ahora se sabe que acompañado por su novia, aunque ella lo negó al principio- y esperó el momento en el que la Vicepresidente regresaba a su domicilio y descendía del vehículo para saludar a sus simpatizantes reunidos en la esquina de Juncal y Uruguay para expresarle su respaldo.
Fue entonces cuando se acercó y apuntando a la cara de la expresidente gatilló el arma dos veces junto cuando ella se agachaba para recoger un libro que se le había caído, y en la confusión de gente y ruidos ni siquiera advirtió lo que había sucedido.
Tampoco parecen haberlo notado los custodios, que no reaccionaron como indica el protocolo: no la rodearon para cubrirla y dejaron que continuara con los saludos a la gente.
Fue la intervención de dos militantes kirchneristas, uno de ellos concejal en el conurbano bonaerense, lo que permitió la captura de Sabag Montiel y la recuperación del arma que había caído al suelo.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo del caso, ya prepara el auto de procesamiento con prisión preventiva del atacante y de su novia por el intento de homicidio de Cristina Kirchner, agravado por el estado de indefensión de la víctima.
La indefensión se produjo por la inacción de su custodia, según fuentes del caso, pero falta completar la investigación para determinar cómo fue la planificación, organización y ejecución del ataque, y si hubo otras personas, eventualmente otros grupos, involucrado.
La jueza y el fiscal Carlos Rivolo buscan conocer el rol de la llamada “banda de las copitos” -si tuvo alguno- y el de una mujer con la que Sabag y su novia mantuvieron contacto en un local de comidas de rápidas en Quilmes, un rato antes del ataque.