“Barullo”, la primera novela de Valeria Sol Groisman, presentada esta semana en la Feria del Libro es una historia actual sobre la ansiedad y es, sin duda, una narración afanosa, vertiginosa y profunda.
Maca, su protagonista, es una voz desdoblada que busca y rebusca en su historia vital el detonante de su dolencia: los ataques de pánico que le impiden salir de su entorno. En el camino, nos distrae con sus lecturas, otros “detonantes”, como llama a su lista de titulares. Su abuela con mutismo selectivo, un terapeuta singular y una vecina solitaria son las otras voces que construyen esta saga fragmentaria, postpandémica, de intenso ritmo y de una exquisita calidad literaria.
La estructura y el ritmo de “Barullo” remedan la manera partida en la que consumimos y producimos textos, pero además funcionan como metáforas de una mente en ebullición, de la ansiedad en su punto máximo.
“Las ideas son emociones de la inteligencia”, escribe María Negroni. Esas emociones florecen en el barro, seguramente en el lecho fangoso de un río cuyas aguas corren con demasiada violencia. Cuando una idea ve la luz, algo insólito ocurre. Afuera todo es silencio, quietud, y eso que florece a contracorriente se abre paso a través de la confusión y del desorden. “Barullo” recompone una “emoción de la inteligencia” que estaba hecha añicos al narrar la historia a borbotones de una joven mujer soterrada bajo el peso de la ansiedad y del pánico.
Groisman nació en Buenos Aires en 1982. Es Licenciada en Comunicación, periodista, docente universitaria y gestora cultural. Escribe en el diario “La Nación”. Actualmente integra el consejo editorial de la “Revista BeCult”, el comité editorial de la “Revista Barbarie”. Es coautora de “El ABC de la obesidad. Más que un cuerpo”, “El método No Dieta” (Aguilar) y autora de “Desmuteados” (Akadia). Colaboró con capítulos propios en “Obesidad: abordajes y encrucijadas” (Akadia).