La Selección Argentina cerró su año de fiesta post consagración Mundial de Qatar 2022 ante su gente con un cachetazo propinado por el Uruguay dirigido por Marcelo “el Loco” Bielsa.
Luego de la imborrable tarde noche en Lusail que terminó con Lionel Messi conociendo cuando pesa la Copa del Mundo, Argentina había enhebrado ocho victorias consecutivos, cuatro de ellas como local: 2-0 a Panamá, 7-0 a Curaçao, 1-0 a Ecuador y 1-0 a Paraguay. Los primeros dos fueron amistosos, los otros por Eliminatorias. pero todos una fiesta: el público ovaciona a todos al grito de “!Dale campeón!”, como corresponde y se lo ha ganado este plantel dirigido por Lionel Scaloni.
En la Bombonera, Uruguay cortó la racha. Jugó bien: Bielsa pensó un plan y los charrúas lo ejecutaron a la perfección, ante unos futbolistas que distaron mucho de su nivel de campeones del mundo: imprecisiones, errores de concepto, desconexión en ataque, espaldas perdidas en defensa.
El primer examen exigente para La Scaloneta en 2024 fue aplazo. Ahora viene otro que eleva la vara: Brasil -aunque sea en crisis- de visitante.
No hay nada que reprocharle a la Selección. Pero se espera que el llamado de atención de Uruguay funcione como aquella derrota contra Arabia Saudita en el debut del Mundial. Fue combustible para que el equipo empezara a jugar como sabe hacerlo. Este jueves parecía que muchos habían perdido la memoria sobre el verde césped. Tal vez, una vez más, Bielsa le hizo un favor a la Selección.