El Club Barrancas del Salado, de General Belgrano, ha puesto en marcha una escuela de Pato, feliz iniciativa para fomenta nuestro deporte nacional, inquietud nacida en una entidad señera en la materia con más de medio siglo de existencia.
Guillermo Montero, destacado jugador y Olimpia de Plata en su momento, y unos de los referentes del grupo, nos informó que está abierta para “niños de 8 a 99 años”, y que muchos interesados se acercaron a la entidad para conocer y familiarizarse con el deporte, “lo que ha superado todas las expectativas”, remarcó.
Además se intenta convocar a las familias de la zona y a todas las personas que deseen sumarse porque, además de brindar el conocimiento del deporte también enseña el cuidado de los caballos que se dedican para su práctica. Esto, además de la satisfacción personal, es una fuente de trabajo ya que los llamados “petiseros” argentinos son muy reconocidos en nuestro país y en el exterior, donde existe un mercado y además una experiencia inapreciable. Muchos destacados jugadores de pato como Martín Salaberren y los hermanos Taberna han trabajado en el exterior con notable éxito en su profesión al cuidado de caballos de polo, de clubes o de propietarios de reconocido prestigio.

Las clases se dictan dos veces por semana por la tarde y se buscará consensuar por la mañana también, miércoles y viernes, por ahora, ya que el interés es enseñar desde el manejo del caballo, cómo se lo agarra, la limpieza, el vendaje y el ensillado, además de los distintos tipos de frenos que usa el caballo deportivo, para después aprender a jugar. “Si lo hacen, mejor, pero la idea es que se sumen y aprendan”, explicó Montero a Gaceta Mercantil.
Cuentan por ahora con seis caballos y el único costo que tienen es el del seguro que exige la Federación, que importa por tres meses 1.600 pesos por persona.
Se trata de una tarea experimental en la que los directivos de la entidad están abiertos a recibir todas las propuestas de los padres de los alumnos, de los mismos alumnos, de amigos e interesados. En su momento, señaló Montero, se dividirá entre los concurrentes el valor de la alimentación de los animales, pero no puede sumar más de 1.500 a 2.000 pesos mensuales.
La iniciativa, que además les ofrece a los asistentes una futura salida laboral como petiseros o ayudantes, es un valioso aporte a la comunidad local y seguramente a habrá muchos interesados.
Para informarse se pueden entrar a la página de Facebook “Barrancas del Salado (Campo de Pato)”, donde el lector obtendrán más información.