Mientras una misión técnica del ministerio de Economía continúa las discusiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la renegociación del acuerdo firmado el marzo del año pasado por el entonces ministro Martín Guzmán, que a su vez fue una reestructuración del crédito otorgado por el organismo crediticio multilateral al gobierno de Mauricio Macri en 2018 por 55 millones de dólares, desde el Fondo presionan por una devaluación mientras el presidente Alberto Fernández advierte que ese camino sería “muy dañino” para Argentina.
En las últimas horas se conoció un trabajo titulado “External Rebalancing in turbulent times”, elaborado por los técnicos del Fondo. Allí se señala que Argentina “sufre elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, las reservas internacionales precariamente bajas y la falta de acceso a los mercados internacionales de capital”.
Para intentar revertir esa situación, el FMI sostiene que “es crítico continuar implementando políticas macroeconómicas prudentes que fortalezcan la cuenta corriente externa y la cobertura de reservas para asegurar la sostenibilidad externa. Las posibles respuestas políticas son una consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado. (…) Sigue siendo esencial para moderar el crecimiento de la demanda interna, reforzar la balanza comercial, reconstituir las reservas internacionales, recuperar el acceso a los mercados y garantizar la sostenibilidad de la deuda fiscal y externa””. Estos últimos párrafos reflejan la presión del FMI por una devaluación que acorte la brecha cambiaria y un ajuste en los números de la inversión pública.”.
Ante esa sugerencia de devaluación para unificar los diferentes tipos de cambio que hay en el país, el presidente Alberto Fernández se adelantó y horas antes había advertido que una devaluación abrupta del peso sería “muy dañina para la economía” argentina.
El Presidente expresó su confianza en que en los próximos días la Argentina “podrá llegar a un acuerdo” con el FMI, que implicaría un adelantamiento de fondos de parte de ese organismo para fortalecer las reservas afectadas por el impacto de la sequía en las exportaciones del sector agropecuario.
“La situación argentina se ha alterado, no porque la política se haya equivocado, sino porque ocurrió una catástrofe climática, que es la sequía”, reflexionó Fernández en una entrevista con el medio periodístico Bloomberg desde Bruselas, donde participó del encuentro Unión Europea-Celac.
Ante una consulta en ese sentido, atada a la quinta revisión del programa firmado entre Argentina y el FMI en el 2022, el jefe de Estado remarcó: “Nosotros creemos que una devaluación abrupta podría ser muy dañina para la economía”.