El detenido Juan Carlos Pérez dijo en su declaracion indagatoria que otro apresado, Pablo Díaz, fue quien lo convocó para que acudiera como apoyo a enfrentar el corte de vías de los tercerizados del Roca. Además se proclamó inocente de todos los cargos en su contra.
El detenido Juan Carlos Pérez aseguró esta tarde que escuchó disparos detrás suyo, donde estaba ubicado alguien a quien llamó “Harry” -el apodo de Cristian Favale- en la tarde de la emboscada en la que murió el militante del PO Mariano Ferreyra.
Durante tres horas y media, Pérez habló ante la juez Wilma López y la fiscal Graciela Caamaño y luego partió rumbo al penal bonaerense de Ezeiza, donde también están los otros detenidos del caso, a la espera de que la magistrada resuelva sus situaciones procesales.
En lo que parece ser una política de “salvese quien pueda” entre los acusados, Pérez admitió que estuvo en el grupo de la Unión Ferroviaria hace una semana convocado por el delegado del sector, el también detenido Pablo Díaz.
“Escuché estampidos detrás mío, donde estaba Harry”, dijo Pérez, y luego aclaró que así le decían a Favale, miembro del grupo y según él aspirante a ingresar a trabajar a Ferrocarriles.
Pérez, el último detenido, es portero en los talleres de la localidad de Remedios de Escalada y dijo que se enteró de que había habido un muerto mucho después de la gresca, por un llamado de sus compañeros en ese lugar.
Entre las novedades que sumó hoy la causa, dos ferroviarios que aparecen en casi todas las imágenes de los incidentes se curaron en salud y solos se presentaron en Tribunales para pedir su eximisión de prisión y que se les aclare si están imputados.
Se trata de Jorge González (con cuello ortopédico en las filmaciones) y de Claudio Alcorel.
La juez también debe resolver si acepta o no un planteo del Partido Obrero para ser querellante en la causa, un tema ríspido ya que de dar el visto bueno estaría declarando que los militantes del grupo fueron víctimas y descartando que de ese sector hayan partido disparos o agresiones.
De hecho, Pérez dijo hoy que vio a un supuesto hombre del grupo donde estaba el fallecido Mariano Ferreyra agacharse para disparar dos veces.
Pérez fue apresado en la noche del lunes en su casa de la localidad bonaerense de Brandsen a raíz de los dichos de un testigo que lo vinculó a un arma usada el miércoles pasado en la emboscada donde fue asesinado Ferreyra.
En tanto, continúa la intensa búsqueda de un presunto barrabrava de Racing y de un guarda de tren aparentemente involucrados en el enfrentamiento.
Tras la declaración, la abogada de Pérez, María Benítez Morel, dijo a la prensa que su defendido es un empleado del ferrocarril que fue convocado por Díaz para impedir el corte. De esta forma contradijo al delegado Pablo Díaz, quien declaró que la gente se autoconvocó.
La defensora de Pérez agregó que éste “reconoció a (Cristian) Favale”, a partir de cuya declaración fue detenido.
En su indagatoria, Pérez identificó además a cinco personas que estuvieron en la manifestación a través de videos que le exhibieron en el juzgado.
Respecto de una versión que circula por Tribunales sobre un ataque a tiros contra el hijo de uno de los testigos, Benítez Morel dijo que no podía responder a eso, pero cuando se le preguntó en las escalinatas de Tribunales si su defendido temía por su vida admitió que “tienen sus temores”, sin explicar las razones.
No obstante, fuentes judiciales aclararon que Pérez no tendría relación directa con el asesinato como autor material.
La magistrada resolvió en las últimas horas ampliar la investigación más allá del asesinato, para determinar si era práctica habitual en al Unión Ferroviaria (UF) la de armar patotas e incluso entrenarlas en prácticas de tiro.
Tras las declaraciones de anoche del delegado del ex Ferrocarril Roca, Díaz, y del barrabrava de Defensa y Justicia Cristian Favale, la juez deberá resolver ahora el lugar de detención de ambos antes de decidir sus situaciones procesales.
Díaz dijo ayer que alguien le habló de armas en poder de manifestantes del Partido Obrero y proclamó su inocencia. Además, la juez busca a un nuevo sospechoso, Aldo Amuchástegui, un ferroviario que trabaja en los talleres de Remedios de Escalada y que desde el principio había sido señalado por testigos y fuentes del caso como el presunto autor material del disparo.
La mira también está puesta en un guarda de tren y barrabrava de Racing cuya descripción coincidiría con la hecha ayer por Favale sobre un hombre al que vio disparar, con un tatuaje de payaso en un brazo.
La hipótesis judicial maneja que hubo varios tiradores en el lugar y uno de ellos mató a Ferreyra.