La entidad patronal salió formalmente al cruce del proyecto de ley que impulsa el diputado K Héctor Recalde para regular la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas.
Desde hace días el legislador y asesor de la CGT viene cruzando declaraciones con el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, mientras el Gobierno se limita a hablar de la rentabilidad que han tenido las empresas según las últimas mediciones interanuales.
Méndez apeló varias veces a la metáfora, un tanto anacrónica, de mandar al legislador “a vivir a Cuba”, pero ahora fue la Junta Directiva de la entidad empresaria la que salió a hablar formalmente sobre el tema.
“La Junta Directiva de la UIA expresó que comparte los objetivos de mejorar la distribución del ingreso, tal cual lo ha manifestado en diferentes documentos. Sin embargo, en relación con los argumentos que se han utilizado para fundamentar el proyecto de distribución de ganancias empresarias y sobre la base de estudios técnicos proporcionados por el Centro de Estudios de la UIA, basados en estadísticas oficiales, la Junta manifestó:
* Que si el conjunto de los trabajadores percibieran el salario que reciben los trabajadores industriales formales, el porcentaje de participación del salario en el PBI ascendería al 70 por ciento, con lo cual se cumpliría con creces el objetivo de distribución expresado públicamente.
* Por lo tanto, el verdadero camino para mejorar la distribución del ingreso requiere políticas públicas que promuevan la formalización de empleos y la mejora de los ingresos de los trabajadores en el resto de los sectores de la economía y no proyectos que en definitiva van a atentar contra la inversión y la producción, fomentando el aumento de la economía informal, con resultados contrarios a los que se proclaman.
En el mismo comunicado, la UIA difundió un informe del Centro de Estudios de la entidad que en el que se observa que en julio el crecimiento respecto del mismo mes de 2009 “es del 8 por ciento y un retroceso del 2,3 por ciento en la comparación con junio”.
“Del informe surge que no se encuentran evidencias de que el crecimiento de la actividad se esté traduciendo en mayores inversiones, a causa de los elevados costos industriales. También se desataca la fuerte suba de las importaciones que, en los primeros siete meses del año, crecieron un 43 por ciento, lo que marca uno de los principales problemas en materia competitividad del sector. También se demostró que el poder adquisitivo del salario mínimo de la Argentina se encuentra muy por encima que el de los demás países de la región”, agrega el texto empresario.
Por último, la UIA mostró “su preocupación” por “las exigencias del organismo de contralor en las pequeñas y medianas empresas que operan en la cuenca Matanza-Ricahuelo”, por las que “muchas pymes podrían cerrar”.
Los empresarios no lo mencionan en su comunicado, pero se refieren al saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo. Sin embargo, el organismo de contralor no estaría cumpliendo con los pasos del saneamiento, a juzgar por el pedido de explicaciones que el juez federal de Quilmas le hizo al jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández.