El juez Norberto Oyarbide decidió posponer la indagatoria, pero cerca suyo dicen que tiene razones de peso. La principal: que el ex funcionario y su pareja serán escuchados la semana próxima por la Cámara Federal, que podría rechazar o aceptar su pedido de nulidad de todo lo actuado. El juez Claudio Bonadío investiga otras denuncias de “dádivas”.
El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime enfrentará una instancia clave en la causa donde intenta evitar ser indagado como acusado por recibir supuestas “dádivas” al aceptar que una empresa pague el alquiler de un lujoso piso en avenida Del Libertador donde vivía junto a su familia.
Tanto Jaime como su mujer Silvia Reyss hicieron zancadillas ya con varias citaciones en el juzgado de Norberto Oyarbide, pero en rigor de verdad, la última suspensión de sus indagatorias provino de manera unilateral desde los despachos del magistrado.
Amplio conocedor de tiempos y estrategias, el juez que maneja algunas de las causas más trascendentes este año dejó sin fecha las indagatorias porque el próximo 9 de setiembre sus superiores de la sala I de la Cámara Federal harán una audiencia con los abogados de Jaime y Reyss para escuchar argumentos y luego resolver una serie de planteos de nulidad presentados por ambos.
“Si tomábamos las indagatorias esta semana, como estaba previsto, y después la Camara falla en contra nuestra, todo quedaba inválido y era un papelón”, explicó a Télam una fuente del caso, quien sabe que no siempre los camaristas Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge BAllestero acompañan precisamente al juez en sus decisiones.
Tras escuchar a los abogados, los camaristas se tomarán aproximadamente una semana para decidir si rechazan sus planteos y todo sigue adelante o por el contrario, resuelven sacarle a Oyarbide la pesquisa por las dádivas.
Jaime quiere lograr que la Cámara declare nula toda la investigación de Oyarbide sobre lo ocurrido con el departamento y los alquileres pagados por la firma TEBA, concensionaria de la estación de ómnibus de Retiro, porque sostiene que el delito de “dádivas” en su contra ya está en otro juzgado, el de Claudio Bonadio, que lo procesó por viajar sin pagar a Brasil invitado por empresas que su área debía controlar.
La acusación de dádivas por parte de Oyarbide es un desprendimiento de la causa madre por supuesto “enriquecimiento ilícito” de Jaime, que se sigue en ese juzgado y donde actualmente el fiscal federal Carlos Rivolo prepara un requerimiento, dicen que repleto de bienes que el ex funcionario deberá justificar por escrito si quiere evitar una indagatoria con procesamiento seguro.
En el caso TEBA ya desfiló en indagatoria casi toda la plana mayor de esa empresa, que en su mayoría se negó a declarar salvo su titular Néstor Otero, que como contó Gaceta Mercantil dejó un escrito en el cual culpó por eventuales pagos irregulares a empleados de su empresa, que pudieron haberlos hecho sin informarle.
En la causa se da por comprobado que los contratos de alquiler del piso de Libertador y otro en Cerrito al 500 fueron firmados por distintos directivos de TEBA como garantes y que se abonaban en la tesorería de esa empresa o en otra, de una firma de limpieza, que funcionaba en su sede.