El titular del Banco Macro ya no frencuenta las reuniones sociales del sector financiero local. Lo acusan de presionar políticamente por cuenta de terceros.
La ocasión fue una reunión de la Fundación Capital que volvió a presidir Martín Redrado. Sucedió el jueves 5 de agosto. Varios de los principales empresarios del país, en especial del sector financiero. se dieron cita en el encuentro convocado por el expedido presidente del Banco Central. Y en una de las mesas, aunque no es de buena educación, la emprendieron contra el ausente dueño del Banco Macro, Jorge Brito, a quien ya no pueden ni ver por lo que consideran su “permanente genuflexión”. Sucede que Brito se encarga de transmitir mensajes y presiones de la Administración K como si fuera una suerte de “comisario político” en el sector financiero. Así es difícil ganar amigos.