El presidente de EEUU avaló condenas económicas contra bancos y empresarios rusos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció hoy sanciones contra Rusia por haber reconocido la independencia de dos repúblicas separatistas ucranianas, y advirtió que la llegada de tropas de Moscú a esas regiones “es el comienzo de una invasión” rusa a Ucrania.
“Comenzaré a imponer sanciones como respuesta, mucho más allá de los pasos que nosotros, nuestros aliados y socios implementamos en 2014. Y si Rusia sigue con esta invasión, estamos preparados para ir más allá con las sanciones”, alertó Biden desde la Casa Blanca.
Washington emitió sanciones contra dos grandes instituciones bancarias rusas como VEB y el Banco Militar de Rusia. Además, limitó los recursos occidentales financieros de Moscú, que desde este martes “no puede manejar su deuda” en los mercados estadounidenses y en Europa, donde Gran Bretaña y la Unión Europea ya habían adelantado sanciones económicas financieras.
EEUU se sumará a los trabajos de Alemania para la detención del proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2 construido para llevar el fluido de Rusia a Europa sin pasar por Ucrania.
El jefe de la Casa Blanca también informó sanciones “contra élites rusas y sus parientes”. De esta manera, EEUU consideró que el Kremlin “invadió” a Ucrania con el ingreso de tropas a las dos repúblicas separatistas que ayer declararon su independencia del gobierno central de Kiev.
Anoche, Putin ordenó a sus Fuerzas Armadas entrar a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en la región de Donbass, territorio reclamado por Ucrania, en lo que definió como una “misión de mantenimiento de la paz”.
Putin justificó el reconocimiento de estas dos regiones pro rusas en territorio ucraniano: “¿Qué es lo siguiente que íbamos a esperar, un genocidio?”, se preguntó este martes en una exposición ante la prensa.
Rusia, que apoya las afirmaciones de los separatistas, acusa a Ucrania de no querer cumplir un acuerdo para la solución del conflicto firmado en 2015 en Minsk, que en esencia suponía que las autoridades ucranianas se comprometían a reformar la Constitución para conceder una amplia autonomía a Lugansk y Donetsk –las dos ciudades rebeldes de amplia mayoría rusoparlante-, así como la celebración de elecciones locales en ambas regiones.
Putin aseguró que las autoridades de Rusia “estaban interesadas en la implementación” de los acuerdos de Minsk “porque son resultado de un compromiso”, pero remarcó que Kiev “lo mató mucho antes del reconocimiento de ayer de las repúblicas populares de Donbás”, la región ucraniana en disputa a la que ayer ingresaron tropas rusas.
Por último, reiteró la posibilidad de que Ucrania se convierta en una potencia nuclear gracias al apoyo de EEUU y la OTAN.