Su partida marcó el fin de una misión de casi dos décadas que comenzó poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
El mayor general Chris Donahue, comandante de la 82° División Aerotransportada del Ejército de EEUU, se ha convertido en el último soldado estadounidense en abandonar Afganistán.
En una imagen difundida por el Comando Central de EEUU se puede ver a Donahue abordar un avión de carga C-17 en el Aeropuerto Internacional “Hamid Karzai” en Kabul.
La misma aeronave también llevó de regreso al embajador estadounidense en Afganistán, Ross Wilson.
La partida de Donahue marca el fin de una misión de casi dos décadas que comenzó poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Durante veinte años, más de 800.000 miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses prestaron servicios en el país sudasiático.
La guerra se cobró la vida de 2.461 militares estadounidenses, incluidos los 13 marines que murieron la semana pasada en un ataque fuera del aeropuerto de la capital afgana.
Además, Washington gastó casi un billón de dólares en armamento, logística e instrucción de las fuerzas armadas y de seguridad locales, que se rindieron a la milicia islámica en dos semanas sin disparar un solo tiro.