El Pontífice también apoyó al premier conservador Viktor Orban en sus posturas de rechazo a la "cultura de la ideología de género" y el "insensato derecho al aborto".
La "sombría" valoración, elaborada en febrero y marzo, es una marcada desviación de las declaraciones públicas hechas por la Administración Biden sobre la vitalidad del Ejército ucraniano.