El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas serbias, general Milan Mojsilovic, anunció que tras reunirse con el presidente, Aleksandar Vucic, este domingo de Navidad se desplazó a la frontera con Kosovo.
“Acabo de terminar una reunión con el comandante supremo, el tema fue la situación en Kosovo y Metojia”, comunicó el jefe militar, agregando que se dirigía a Raska, localidad a unos 10 kilómetros de la frontera con Kosovo.
“Ahora estoy en camino a Raska, las tareas asignadas a las Fuerzas Armadas de Serbia y a mí como jefe del Estado Mayor General son precisas y claras y se llevarán a cabo en su totalidad“, aseveró.
Según sus palabras, la situación actual “es complicada y compleja” y “requiere en el próximo período la presencia del Ejército serbio a lo largo de la línea administrativa“, es decir, en la frontera con Kosovo.
Los medios locales señalan que se han registrado disparos y explosiones en una localidad de esa zona, donde la tensión no deja de aumentar desde hace dos semanas.
Pese a que a finales de noviembre Serbia y la autoproclamada región de Kosovo y Metojia lograron un acuerdo para poner fin a la disputa sobre las matrículas de autos y otros documentos, las tensiones entre Belgrado y Pristina han vuelto a agudizarse.
La escalada se produce después del despliegue de la Policía de Kosovo en zonas pobladas mayormente por personas de etnia serbia, lo que fue calificado por Belgrado como ilegal y de abuso contra los serbios.
Serbia envió una solicitud al comandante de la KFOR, la misión de la OTAN para el mantenimiento de la paz en Kosovo, para desplegar un millar de tropas en conflictiva región.
Por su parte, la KFOR anunció que aumentó su presencia en el norte de Kosovo y vigila atentamente el desarrollo de los acontecimientos.
Asimismo, comunicó que la misión llevará a cabo en los próximos días ejercicios militares regulares cerca de una de sus bases.