El movimiento piquetero volvió a marchar hoy por el Centro porteño y en distintos puntos del país en reclamo de un bono de emergencia de 20.000 pesos y la apertura de nuevos planes sociales, mientras renovaron sus críticas al “dólar soja” lanzado por el ministro de Economía, Sergio Massa, porque “se pagará con más y más ajuste”.
La concentración comenzó alrededor de las 11 e incluyó el corte del Puente Pueyrredón.
Debido a la presencia en las calles de la militancia kirchnerista, en la previa y luego del ataque contra la vicepresidenta Cristina Kirchner en Recoleta, la semana pasada no hubo marchas piqueteras. Pero, como anticipó el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, el plan de lucha seguía en pie y se definió la movilización de este jueves bajo la consigna “¡Abajo el ajuste! ¡Trabajo genuino!” con marchas y cortes de rutas y puentes en 23 provincias.
“Mientras la inflación hace un trabajo de destrucción sistemática de los salarios y las jubilaciones, que no son una preocupación para el Gobierno ni mucho menos para los empresarios que ‘tienen la remarcadora’ lista para descargar la crisis, en los barrios falta la comida, falta el trabajo, falta la salud y la educación”, señalaron las organizaciones convocantes en un comunicado.
Las organizaciones sociales cuestionaron a Massa y a su viceministro, Gabriel Rubinstein, pero también al titular de la cartera de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, con quien no logran llegar a un acuerdo para ampliar la cantidad de planes.

“Hartos de escuchar a los funcionarios y ministros que le cambian el nombre a la cantinela de pasar de los planes al trabajo, como repiten los ministros de Desarrollo Social de todos los gobiernos, y que cambien el collar, el perro sigue siendo el mismo”, agregaron los piqueteros.
“Volvemos a las calles para insistir en el Plan de trabajo genuino presentado hace un año y sobre el que no hubo ninguna respuesta”, señal la convocatoria, que advierte que mantendrán estas protestas hasta que “se abran los programas sociales cerrados por el ajuste de Massa y Zabaleta”, se otorgue “un aumento acorde a la canasta básica, como piso” y “se asista integralmente a los comedores populares”.
“Mientras Massa y su vice viajan a EEUU a postrarse aún más ante los organismos e instituciones del imperio, en la Argentina el Gobierno de los Fernández dejaba a personas con discapacidades sin cobertura al suspender los pagos a prestadores; recortaba el programa Potenciar Trabajo a decenas de miles de pibes y pibas que estudian y trabajan con el simple expediente de decir que son ‘incompatibles’ el trabajo y el estudio, y terminaba de cerrar en el consejo del salario mínimo, vital y móvil un piso de miseria de $51.200″, agregaron.
Como contrapartida, cuestionaron que “en cambio, a los grandes grupos sojeros, que especularon contra el peso, es decir contra los trabajadores y el pueblo, el Gobierno les ha concedido una enorme ganancia con un dólar de privilegio a $200, que pagaremos con más y más ajuste”.