La descarnada interna en el gobernante Frente de Todos (FdT) subió otro escalón este domingo en una semana cargada de cruces con la reaparición pública del diputado nacional Máximo Kirchner, quien -según como sea vea- trató de bajarte o no el tono al conflicto entre los pocos dirigentes que siguen al presidente Alberto Fernández y el “cristinismo”.

El hijo de la presidenta del Senado dijo que CFK “nunca lo maltrató a Alberto, nunca en mi vida. Lo trató entre algodones. Es más dura con Wado (De Pedro), con Mayra (Mendoza), con el Cuervo (Larroque), conmigo, ahí es más picante… Pero a Alberto jamás le gritó”, afirmó, destacando esto como un ejemplo de su tolerancia.

Pero cuestionó al Presidente por los cruces con “La Cámpora” de los últimos días y por tomar distancia de la situación judicial de su madre, por lo que su intervención tuvo doble filo.

En rigor, la cuestión de fondo ahora no fue si hubo un destrato -público o privado- de Cristina hacia el quien eligió como cabeza de la fórmula presidencial en 2019 para recuperar el poder perdido cuatro años antes con el macrismo.

El kirchnerismo duro -con Máximo a la cabeza- trabaja en un operativo para que la vice sea candidata en las próximas elecciones con ella ya “autovictimizada” como “proscripta” por al menos una condena judicial -la causa Vialidad- por el “partido judicial” -la Corte- y su brazo mediático, el Grupo Clarín.

Para el próximo aniversario del golpe de Estado cívico-militar, en el que esa entente tuvo detrás al neoliberalismo -ahora el macrismo-, preparan un año que pretenden multitudinario en el que, según Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda y exégeta de la jefa del Instituto Patria. anticipó que “ahí seguro Cristina tomará una decisión si siente que hay respaldo en esa convocatoria“.

 “Si bien Cristina dijo que estaba proscripta, también dijo que va a hacer lo que tenga que hacer”, subrayó, y aseguró que “será candidata si se necesita que sea candidata”. 

Tras un período de bajo perfil, el diputado nacional que renunció a la jefatura del nloque del FdT cuando Fernández cerró el acuerdo con el FMI y se hizo cargo del PJ bonaerense, salió su ostracismo para reivindicar el rol de su agrupación en el marco de los nuevos enfrentamientos.

Hizo referencia al malestar que surgió en el kirchnerismo días atrás por una supuesta exclusión del Presidente a De Pedro de un encuentro con el presidente de Brasil, Lula Da Silva y organismos de Derechos Humanos en Casa Rosada en el marco de su visita por la cumbre de la CELAC.

“Me extraña mucho del compañero Presidente, que ahora esté tan cerrado a la voz de otro compañero que aparte se rompió el lomo para que sea presidente”, señaló en una entrevista al portal El Cohete a la Luna titulado “Máximo rompe el silencio”.

También defendió a la vicepresidenta de las acusaciones del “albertismo” en los últimos años: “Después de la pandemia Cristina empezó a marcar algunas cosas en el terreno de lo económico y el Presidente lo tomó mal. Yo que he estado siempre ahí te puedo decir que Cristina nunca lo maltrató a Alberto, nunca en mi vida. Lo trató entre algodones. Es más dura con Wado (De Pedro), con Mayra (Mendoza), con el Cuervo (Larroque), conmigo, ahí es más picante… Pero a Alberto jamás le gritó”.

“Ahora, ¿es firme en las discusiones? Claro que sí, ¿cómo podría ser de otro modo? Fue el propio gobierno el que instaló esas versiones y ahora ponen todos cara de distraídos y no es así. Me costó mucho trabajar ese vínculo, estar, y lo hice entre otras razones porque quiero que las cosas salgan bien. Pero aparecen personajes menores, sin ningún tipo de discusión política, formación ni humildad, y ahí la cosa se empieza a ’empiojar’ a pesar de lo que trabajamos para que no sucediera”, añadió sobre las tensiones que marcaron al Frente al menos desde diciembre de 2020.

El referente de La Cámpora continuó con la defensa de la figura de la Vicepresidenta: “A Cristina le dieron por todos lados, difundieron sus conversaciones con (Oscar) Parrilli, le reventaron la casa, le hicieron papa la salud de la hija, y aun así, va y les gana la elección”.

“Con la Justicia que tenemos, si Cristina quisiese presentarse a las elecciones le sacan la condena firme en cinco minutos”, aseguró el legislador nacional como para ratificar la decisión de anunciar poco tiempo atrás no sería candidata “a nada” en 2023 tras la condena judicial.

De todos modos y a pesar de las críticas a la Justicia por su accionar, Máximo Kirchner le metió presión al Presidente: “Quien tiene un rol fundamental en este asunto, que no puede esquivar, es Alberto Fernández, Presidente de la Nación y además presidente del Partido Justicialista, más allá de nuestros debates, discusiones y diferencias. La responsabilidad —que él decidió asumir, porque no fue obligado al lugar donde está— está en sus manos”.

En ese marco y en el inicio de un nuevo año electoral, le volvió a insistir por la constitución de una mesa política: “Hemos reclamado, lo ha hecho Sergio Massa pero nunca pasa, nunca ocurre”.

“Ya veremos cómo resolvemos todo esto. Hace tiempo que reclamamos una mesa política donde yo no quiero estar, pero corresponde que estén otros compañeros y compañeras. Hay que sentarse a hablar, no es conveniente ir a la elección con un grado de distorsión tan grande respecto de la realidad política. Y más para una fuerza a la que se le viene reclamando desde hace rato por su carencia de respuestas adecuadas al desafío de la Historia”, completó.