En la central atómica de Zaporiyia no hay amenaza inmediata a la seguridad nuclear, aseguró el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) tras efectuar una análisis preliminar sobre la planta ucraniana ocupada por tropas rusas.
Sin embargo, la organización advirtió que la situación “podría cambiar en cualquier momento”, alarma de la que hizo eco el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, en una sesión de las Naciones Unidas.
“Sigo muy preocupado por la situación en la central nuclear de Zaporiyia y reitero que cualquier acción militar que ponga en peligro la seguridad nuclear debe cesar inmediatamente. Estas acciones militares cerca de una instalación nuclear tan grande podrían tener consecuencias muy graves”, dijo Grossi.
Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de los bombardeos a la central. “Lo que ha ocurrido en los últimos días en la central es la combinación de las acciones criminales del régimen de Kiev contra la infraestructura nuclear y el personal que presta servicio en esas instalaciones, que durante meses ha pasado desapercibido ante la comunidad internacional”, declaró el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia.
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, por su parte, volvió a catalogar a Rusia como patrocinador del terrorismo mundial al referirse a la situación en la planta.
“Rusia ha vuelto a tocar fondo en la historia del terrorismo mundial. Nadie ha utilizado de forma tan evidente una central nuclear para amenazar al mundo entero y fijar unas condiciones. Y todo el mundo debería reaccionar inmediatamente para expulsar a los ocupantes del territorio de la central nuclear de Zaporiyia”, dijo el mandatario en un discurso por videoconferencia telématico.
Washington también se sumó a los pedidos alto el fuego en la central y sus alrededores, mientras que la ONU ha advertido de la gravedad de las consecuencias de un accidente nuclear no solo para Ucrania sino para toda la región centroeuropea.