La reaparición pública de la vicepresidenta Cristina Kirchner en una escenografía típica de campaña electoral luego de dos meses “guardada” luego del intento de magnicidio en su contra volvió a modificar el siempre inestable tablero del Frente de Todos (FdT), que a pesar de los graves problemas económicos y unos comicios de medio término que fueron un cachetazo post pandemia todavía sueño con lograr continuar en la Casa Rosada entre 2023 y 2027.

El presidente Alberto Fernández sueña con un segundo mandato sentado en el sillón de Rivadavia. Hace meses lo deslizó públicamente pero luego la ola inflacionaria que mes a mes le hace llegar el agua al cuello a mayor cantidad de argentinos lo hizo desistir -al menos públicamente- de coquetear con la reelección. Sin embargo, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en más de una oportunidad desafió al “cristinismo” duro a que no tema competir en las PASO que la vice preferiría eliminar para decidir una eventual candidatura entre quienes compartieron la boleta del FdT en 2019.

El kirchnerismo duro volvió ayer en el plenario de la UOM en el que CFK regresó a la cancha de la militancia a mostrar su “músculo” con una primera fila en la que estaban desde el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, hasta el referente camporista Andrés “Cuervo” Larroque, pasando por intendentes ultraK como Mayra Mendoza con el anfitrión sindical Abel Furlán.

“Voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión, fuerza y alegría de nuestra gente”, exclamó en el final de su discurso, ante el atronador “Cristina presidenta” que en varias oportunidades corearon los asistentes al acto.

Ante las criticas de la ministra de Desarrollo Social, la “albertista” Victoria Tolosa Paz, a quienes siendo parte del Gobierno criticaban la gestión, Cristina Kirchner recordó que fue ella quien en 2019 tuvo que “tomar la decisión” de crear el Frente de Todos.

Y recordó, para marcarle la cancha al sindicalismo más cercano al Presidente y a los piqueteros oficialista con línea directa a Tolosa Paz que “no veían tan mal las ayudas que recibían del macrismo” y que “los dirigentes de la CGT no parecían tan decididos a enfrentar esas políticas” que llevó adelante la gestión Cambiemos.

“No estaba muy acompañada, vamos a hablar a calzón quitado y que nadie se siente ofendido, que nadie lo sienta como un reproche. Muchos decían que el ciclo de Cristina estaba terminado”, algunos movimiento sociales no veían tan mal las ayudas que recibían del macrismo, los dirigentes de la CGT no parecían tan decididos a enfrentar esas políticas. Tuve que tomar una decisión de crear el Frente de Todos y no me arrepiento porque pudimos lograr el objetivo. No votamos en contra de nombres, votamos a favor o en contra de políticas, no de personas”, declaró.”, azuzó.

Al mismo tiempo que se puso por encima del “albertismo” a la hora de la creación del FdT, evitó cuestionamientos director a la figura presidencial como aquellas de “usar la lapicera” y prefirió elogiar a la tercera para de la coalición gobernante: Sergio Massa.

“El ministro de Economía está haciendo un gran esfuerzo administrando las consecuencias de lo que pasó”, que es que “se cayó la teoría de que cuando aumentan los salarios, aumentan la inflación”. “Es mentira, nunca ha habido una participación tan baja de los trabajadores en el PBI como la que tenemos hoy, absolutamente regresiva” y aclaró que “esto no empezó con el gobierno del 2019” si no que “empezó con un gobierno que decidió endeudar una vez más a la Argentina y hoy tenemos que gastar dólares en el pago de deuda y aceptar los condicionamientos del FMI”, analizó en referencia a la gestión de Cambiemos.

No es común que CFK brinde elogios públicos y menos a posibles rivales electorales. ¿O será que las cartas ya están echadas para fundir su alianza definitiva con Massa y buscar ser las caras del FdT en 2023? El “operativo clamor” pidió por un tercer mandato de CFK. Falta un año para las elecciones. Pasa rápido en Argentina. Pero al mismo tiempo, pasarán todavía demasiadas cosas en esa Argentina para tener en claro ahora qué significa “hacer lo que tenga que hacer”.