El Gobierno llamó a la “unidad nacional” en un multitudinario acto en Plaza de Mayo para “defender la democracia” y repudiar el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner pero advirtió que no lo hará “a cualquier precio” porque “el odio” debe quedar “afuera”.
“La paz social es una responsabilidad colectiva. Frente al intento de asesinato de Cristina, nadie que defienda la república puede permanecer en silencio”, comenzó la presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, el documento oficial.
“No hay manera de relativizar ni minimizar un intento de magnicidio. El mundo comprende la gravedad de lo ocurrido”, continuó.
“Nadie es individualmente responsable por las acciones del otro, pero quienes cedieron minutos de aire a los discursos de odio, deberán reflexionar sobre cómo llegamos a esta situación. El daño de las palabras violentas es una condena para el futuro de la Argentina”, señala el párrafo que apuntó contra los medios de comunicación.
“La convivencia democrática debe prevalecer más allá de cualquier diferencia política. Debemos contextualizar lo ocurrido anoche. Desde hace varios años, un sector de la dirigencia política viene repitiendo un discurso de odio, de criminalización de cualquier dirigente popular”, prosiguió Darín.
“El pueblo argentino está conmovido, incluyendo a millones que no simpatizan con Cristina ni con el peronismo. Hacemos este llamamiento a la unidad nacional, pero no a cualquier precio. El odio, afuera”, cerró el documento.
Mientras Darín leía el documento, en el escenario estaban el ministro de Economía, Sergio Massa; los gobernadores bonaerense y chaqueño, Axel Kicillof y Jorge Capitanich, respectivamente; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la presidenta de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora, “Taty” Almeida; el sindicalista docente Roberto Baradel y el referente de “La Cámpora” Andrés “Cuervo” Larroque, entre otros.
Investigación judicial
La policía secuestró 100 balas calibre 9 milímetros este viernes en una vivienda del partido bonaerense de San Martín, donde residía Fernando Andre Sabag Montiel, detenido por el ataque cometido anoche contra la vicepresidenta Cristina Kirchner en la puerta de su edificio del barrio porteño de Recoleta.
Los 100 proyectiles fueron hallados repartidos en dos cajas de 50 cada una, en una vivienda situada en Uriburu al 700 de ese partido bonaerense, que Sabag Montiel alquilaba desde hacía ocho meses como vivienda particular.
Por disposición judicial, las municiones secuestras deberán ser inventariadas y remitidas a la División Balística de la PFA para ser sometidas a peritajes y establecer si estaban aptas para su funcionamiento, mientras que la documentación fue remitida al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 5, a cargo de María Eugenia Capuchetti, quien instruye la causa en la que Sabag Montiel está acusado del delito de homicidio en grado de tentativa cometido contra la vicepresidenta.