Los cruciales ejercicios conjuntos entre las Fuerzas Armadas de Rusia y Bielorrusia se han iniciado este lunes, informó el ministerio de Defensa bielorruso en un un comunicado que señala que la subdivisión de la 120° Brigada Mecanizada de Guardias ha empezado una serie de tareas de adiestramiento en el frente oeste, sobre la frontera con Ucrania.
“Tras dirigirse al 227º campo de tiro de armas combinadas, los militares iniciaron una sesión de pruebas de entrenamiento de combate”, indica la información oficial, y se prevé que los simulacros se desarrollen hasta el 1° de febrero.
En el marco de las maniobras, los militares practicarán el reconocimiento aéreo, la vigilancia aérea conjunta a lo largo de la frontera estatal, el apoyo aéreo a formaciones de tropas, el aterrizaje táctico y la entrega de carga, así como la evacuación de heridos, precisó la cartera de Defensa.
“Para garantizar la realización del ejercicio, se contará con la participación de todos los aeródromos y campos de entrenamiento de las Fuerzas Aéreas y de Defensa Antiaérea de la República de Bielorrusia”, concluyó.
Previamente, el organismo comunicó el 5 de enero que planea realizar ejercicios tácticos conjuntos que involucrarán a las Fuerzas Aéreas de ambos países. El objetivo del simulacro, en el que participará una unidad de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, pasa por mejorar el nivel de la preparación de combate de las unidades que forman parte de la agrupación conjunta regional.
Paralelamente, desde el ministerio precisaron que ambas naciones siguen aumentando su agrupación regional conjunta creada con el fin de garantizar la seguridad del Estado de la Unión.
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“Un segundo puente de Crimea
En octubre pasado, el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, declaró que el país fue advertido, a través de canales no oficiales, sobre un posible ataque a su territorio desde Ucrania, por lo que dio instrucciones para informar a Kiev que su respuesta a ese eventual paso sería dura.
El mandatario afirmó que, según la amenaza recibida por Minsk, el ataque sería “un segundo puente de Crimea”, en referencia a la explosión que se produjo en la infraestructura que conecta a la península con la Rusia continental.
Tras ello, el Gobierno bielorruso introdujo el régimen de operación antiterrorista. Asimismo, fue creada una agrupación regional conjunta para reforzar la defensa del Estado de la Unión.