El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) convocó para este martes al mediodía (hora de Washington) a una reunión extraordinaria en la abordará “los actos antidemocráticos contra las sedes de los tres poderes” del Estado en Brasilia, la capital de Brasil ocurridos el domingo el domingo, que derivaron en la detención de más de 1.200 bolsonaristas.
Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron las sedes del Palacio del Planalto, el Congreso y el Tribunal Supremo de Justicia reclamando convocando a las Fuerzas Armadas a dar un golpe de Estado.
“Condenamos el ataque a las instituciones en Brasilia, lo cual constituye una acción repudiable y un atentado directo a la democracia. Estas acciones son inexcusables y de naturaleza fascista”, publicó este el secretario general de la OEA lunes Luis Almagro en Twitter.
Tanto legisladores estadounidenses como dirigentes aliados a Lula pidieron que Bolsonaro sea expulsado de EEUU como, los segundo, que sea extraditado para responder en múltiples causas de corrupción.
Líderes mundiales y de la región se solidarizaron con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el 1° de enero su tercer constitucional, y solicitaron la intervención de la OEA en esta crisis.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se mostró especialmente crítico con el papel de la organización, a la que reclamó la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
“Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la Carta Democrática”, subrayó el mismo domingo el mandatario colombiano, pero Almagro se tomó más de 24 horas en reaccionar.
Otros foros de regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cuya presidencia es ocupada por Argentina, reaccionó de inmediato para poder en “alerta” a las naciones miembros, al igual que el, que lidera este Argentina.
“Propusimos que se fortaleciera el sistema interamericano de derechos humanos aplicando las normas vigentes y ampliando la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos, pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha”, agregó Petro.
Durante su visita a Chile, el presidente colombiano acordó junto a su par Gabriel Boric que trabajarían junto a otros países de la región “en los foros multilaterales y a través de los mecanismos que prevé la institucionalidad regional, como la OEA, en el fortalecimiento de la democracia y el Estado de Derecho en la región”.
Frente a la prensa, Boric remarcó que “no puede haber matices porque estas acciones son inaceptables y los silencios cómplices también”.