Los enfrentamientos en la Franja de Gaza entre Israel y Hamas parecen estar en un camino sin salida: Tel Aviv promete seguir la ofensiva terrestre hasta derrotar al grupo fundamentalista, que no acepta el alto el fuego.
La ofensiva terrestre de Israel en la Franja de Gaza provocó en pocas horas un baño de sangre con cientos de muertos, heridos y cientos de miles de desplazados, y la promesa de Tel Aviv de derrotar al grupo islamista palestino Hamas antes de un eventual cese del fuego.
El objetivo anunciado por Israel es casi idéntico a los dos conflictos precedentes con Hamas: desarmar a este movimiento islamista, que controla la Franja de Gaza, terminar con el lanzamiento de proyectiles, destruir sus túneles y detener las “infiltraciones” en Israel de combatientes palestinos.
“No habrá cese del fuego. No habrá mientras no terminemos de destruir los túneles, uno de los objetivos de esta operación”, afirmó el martes la ministra de Justicia Tzipi Livni, considerada como la “paloma” del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Israel lanzó su ofensiva terrestre con la misión de neutralizar los túneles del movimiento islamista, “la Gaza debajo de Gaza”, que servían como depósito, para desplazar el arsenal de los combatientes y realizar operaciones comando de infiltración en territorio israelí.
La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza continuaba sin descanso este martes a pesar de los más de 620 palestinos y 29 israelíes muertos en 15 días de conflicto y del llamamiento del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon a “parar de pelear”.
Tras una visita a Egipto, tradicional mediador con Hamas, el jefe de la ONU reclamó en Tel Aviv un cese de las hostilidades, en una comparecencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Mi mensaje es el mismo para israelíes y palestinos: paren de pelear, empiecen a hablar”, dijo Ban, quien instó a ambas partes a “tratar las raíces del conflicto para no estar en la misma situación dentro de seis meses o un año”.
A pesar del llamamiento de Ban, Netanyahu se mantuvo en su posición, al instar a la comunidad internacional a considerar Hamas como único responsable del baño de sangre. “El pueblo de Gaza es la víctima del brutal régimen de Hamas”, aseguró.
El grupo rechazó la semana pasada una propuesta egipcia de alto el fuego – aceptada por Israel- ya que reclama el levantamiento del bloqueo israelí impuesto a Gaza en 2006, la liberación de prisioneros y la apertura de la frontera con Egipto.
En el plano militar, Israel, que afirmaba al inicio de las operaciones militares haberse dejado llevar por Hamas a una guerra que no quería, tuvo pérdidas significativas con el asalto de las tropas por tierra, al morir 27 soldados en cinco días, el balance más fuerte desde hace 8 años.
Cerca de 60.000 reservistas fueron movilizados para reforzar a los jóvenes reclutas, parte de los cuales espera en las fronteras del enclave palestino la continuación de las operaciones.
“La arena fina de Gaza podría transformarse en arena movediza para los soldados israelíes”, advirtió el diario izquierdista “Haaretz”.
Pero pese a la atmósfera pesada por las listas de los soldados muertos en combate, difundidas por los medios, la opinión pública israelí se inclina a favor de la continuación del operativo, según una encuesta realizada por el diario progubernamental Israel Hayom: 77% de los israelíes se oponen a un cese del fuego en la situación actual, frente a 16% que consideran necesario aceptar una tregua inmediata.
Una aplastante mayoría de israelíes (94%), según esta encuesta, se muestra satisfecha por la campaña militar en Gaza, que ya causó más de 600 muertos de lado palestino, en su mayoría civiles.
Escuela de Naciones Unidas atacada. En el terreno, los ataques israelíes dejaron hasta el momento más de 620 palestinos muertos, en su mayoría civiles, según los servicios sanitarios palestinos en Gaza, donde se siguen hallando entre los escombros cuerpos de personas fallecidas en los ataques de los días precedentes.
Entre las nuevas víctimas figuran nueve mujeres, una de ellas embarazada, así como una niña de cuatro años. Otras 3.700 personas resultaron heridas y unos 100.000 desplazados encontraron refugio en las instalaciones de Naciones Unidas en este enclave palestino.
Tanques israelíes dispararon contra una escuela de la ONU en Gaza que acogía a refugiados sin dejar víctimas, anunció la ONU.
Desde el inicio de las hostilidades, se han lanzado además unos 2.000 cohetes desde Gaza contra el territorio israelí -400 destruidos en vuelo- y 29 israelíes murieron, 27 de ellos soldados.
Ante la amplitud de los daños en Gaza, donde por ejemplo el barrio de Shejaiya parece devastado por completo, los palestinos pidieron la intervención de Naciones Unidas para detener “las atrocidades israelíes”.
Las ONG, como Amnistía Internacional, reclamaron “una investigación internacional independiente”.
La cadena catarí de información Al Jazeera, muy criticada en Israel, evacuó el martes al personal de sus oficinas en Gaza, después de un ataque.
A pesar de la ofensiva militar, algunos puestos de frutas y verduras se atrevían a abrir sus puertas en las casi desiertas calles de Gaza.
Vuelos cancelados. El impacto económico y turístico comienza a notarse en Israel. Estados Unidos prohibió a las compañías aéreas Delta, US Airways y United Airlines volar durante 24 horas hacia Tel Aviv.
La francesa Air France tampoco volará hacia el aeropuerto Ben Gurión “hasta nueva orden”, mientras que la alemana Lufthansa y sus filiales Germanwings, Austrian Airlines y Swiss suspendieron este martes sus vuelos durante 36 horas.
Poco antes de este anuncio, un cohete lanzado desde la Franja de Gaza impactó al norte del aeropuerto de Ben Gurión. Israel considera sin embargo que no hay ninguna razón para anular los vuelos hacia su territorio.
Sin embargo, el ministro israelí de Transportes Israel Katz afirmó que “no hay ninguna razón” para que las compañías aéreas anulen sus vuelos hacia Israel, según declaraciones remitidas por el portavoz de la autoridad aeroportuaria civil israelí.
“El ministro de Transportes Israel Katz llamó esta noche a las compañías estadounidenses para explicarles que el despegue y el aterrizaje en el aeropuerto Ben Gurión no presentaba ningún problema de seguridad ni para los aparatos ni para los pasajeros” indicó.
“No hay ninguna razón para que las compañías estadounidenses anulen sus vuelos”, añadió.
Salida diplomática. Los esfuerzos diplomáticos para intentar alcanzar una tregua continuarán en los próximos días, en especial, con la visita el miércoles de Ban Ki-moon a Jerusalén y la llegada del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a Israel.
La tensión se extendió asimismo a las grandes ciudades árabes del norte de Israel y a la Cisjordania ocupada, donde murió un palestino el lunes.
El actual ciclo de violencia comenzó tras el secuestro y asesinato en junio de tres adolescentes israelíes, que Israel atribuye a Hamas, seguido del asesinato de un joven palestino, quemado vivo en Jerusalén, a manos de extremistas judíos.
Mientras el secretario general de la ONU y el jefe de la diplomacia estadounidense trataban el martes de lograr un cese del fuego, el gobierno israelí dice tener “un apoyo muy importante” de la comunidad internacional a su operación en Gaza y parece hacer un frente unido interior para no dar ninguna concesión a Hamas.
“Pagamos un precio elevado y no vamos a hacer el trabajo a medias”, aseguró el martes el ministro israelí de Economía Naftali Bennett, ex oficial de una unidad de comando, y quien quiere ir hasta el final.