Multimillonario empresario, polifacético y protagonista del \”jet set\” norteamericano, Donald Trump irrumpió sorpresivamente en la política estadounidense en las últimas semanas y mostró sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca. Ya las encuestas lo muestran como el candidato con más chances de enfrentar a Barack Obama en 2012 y se convirtió en el mayor crítico del Presidente. \”Soy su principal pesadilla\”, asegura el magnate, que enamora a millones de republicanos, decepcionados por la marcha de la economía y temerosos de los desafíos de política exterior que debe enfrentar el país. Con su probable postulación, ¿le arrebatará el poder a Obama o dividirá a los republicanos para dejarle servida la reelección al jefe de la Casa Blanca?

Por Jorgelina Perez

Aunque muchas de sus propuestas escapan a las políticas tradicionales norteamericanas, el magnate inmobiliario Donald Trump irrumpió con fuerza en la vida política de Washington en las últimas semanas: anticipó su intención de competir por la Casa Blanca, se convirtió en un férreo crítico del presidente Barack Obama y comenzó a captar las voluntades de millones de estadounidenses decepcionados por las perspectivas económicas y los desafíos que enfrenta la política exterior norteamericana.

Trump, quien se autodefine como \”la peor pesadilla\” de las aspiraciones reeleccionistas de Obama para 2012, todavía no definió si se presentará como candidato independiente o competirá en las primarias del Partido Republicano para intentar llegar al mítico Salón Oval. \”Me encuentro al frente de muchas encuestas y lo estoy haciendo muy bien\”, afirmó Trump a la cadena televisiva Fox News.

\”Lo que puedo decir es que soy su peor pesadilla\”, sostuvo, con su clásica e indisimulada humildad, en referencia a los demócratas.
Y su irrupción política aparece en medio de las duras negociaciones que mantiene Obama con los miembros del Partido Republicano -que controlan la Cámara de Representantes- para aplicar un duro plan de ajuste que permita sanear el millonario déficit estatal norteamericano.

Dueño de una fortuna cercana a los 2.700 millones de dólares, que incluye hoteles, casinos y rascacielos, Trump dijo que consideraría la posibilidad de presentarse como candidato independiente, aunque admitió que preferiría representar al Partido Republicano porque lo \”adora\”. \”Soy del Tea Party\”, afirmó orgulloso, en referencia al ultraconservador movimiento que se convirtió en la sorpresa de las últimas elecciones legislativas de noviembre pasado. Y como si el dinero representara algún inconveniente para él, aseguró que está dispuesto a gastar \”todo lo necesario\” para una eventual campaña y a buscar donaciones por 1.000 millones de dólares.

Conocido popularmente en los Estados Unidos como \”el Donald\”, adelantó que la decisión final la tomará \”hacia junio\”, luego de que termine la actual temporada de su popular reality \”El Aprendiz\”, en el que un grupo de jóvenes compite por el premio final de conseguir un trabajo en su holding empresario.

Por ahora, los números lo acompañan. Una encuesta difundida esta semana arrojó un apoyo de 49% a Obama de cara a las presidenciales de 2012, seguido por Trump con el 34%. Como es lógico, las mayores adhesiones que cosecha provienen de seguidores del Partido Republicano (65%). Sólo lo eligió el 25% de las personas que no están afiliadas a ningún partido. Y el 53% de los consultados dijo que tiene una mala opinión del magnate y el 29%, muy mala.

Entre los candidatos republicanos, los sondeos de cara a las primarias partidarias lo muestran al tope junto al ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, con un 19% de intención de voto, seguidos por la ex gobernadora de Alaska y ex candidata a vicepresidenta por los republicanos Sarah Palin, con el 12%, de acuerdo con una encuesta publicada por la cadena de noticias internacional CNN.

La irrupción de Trump en la vida política norteamericana trae a la mente lo sucedido en 1992, cuando H. Ross Perot, otro millonario y carismático, se postuló para presidente y dividió la votación, permitiendo que Bill Clinton ganara la Presidencia con un 43 % de los votos. Aunque Perot nunca participó en la interna republicana contra George W. Bush, dividió el voto de la derecha, como podría hacer ahora Trump, y allanó el camino a los demócratas.

A pesar de la ventaja que le saca Obama en las actuales encuestas, algunos analistas de Washington advierten que la eventual candidatura de Trump no debe tomarse a la ligera, por muy descabellada que parezca por ahora.

El editorialista liberal del \”Washington Post\” Eugene Robinson admitió que la intención del empresario de luchar por la Presidencia \”es como si anunciasen que una trucha lidera la vuelta ciclista de Francia\”, pero advirtió que \”ha decidido ahora tomarse en serio a sí mismo, me temo que nos veremos obligados a hacerlo nosotros también\”.

\”Cero oportunidad\”. Las intenciones del mediático empresario parecen no preocupar a la Casa Blanca. Al menos en la teoría. \”Vi que Donald Trump subía en las encuestas. A juzgar por su comportamiento, y el espectáculo de las últimas dos semanas, espero que siga creciendo\”, dijo el asesor de Obama, David Plouffe, con una sonrisa. Y advirtió, ya más serio: \”Existe cero oportunidad de que Donald Trump sea elegido por los estadounidenses para este trabajo\”.

Algunos republicanos también minimizan la amenaza que puede representar el empresario para el establishment político. \”Francamente, no sacaría demasiadas conclusiones de todo esto\”, afirmó el republicano Haley Barbour, también potencial candidato, a la CNN.

Pero Trump no opina lo mismo y asegura que en el círculo más íntimo del mandatario están preocupados por un eventual lanzamiento. \”No soy la persona que ellos quieren como oponente. Lo saben, y lo sé porque me consta. Porque tengo mucha gente que, francamente, son sus simpatizantes y me dicen, \’Donald, tú eres la persona con la que no se quieren enfrentar\’\”.

Y reforzó su planteo al asegurar que \”la principal preocupación de los republicanos\” es que se postule como candidato independiente. \”Y creo que la respuesta probablemente sea que sí\”, le dijo a \”The Wall Street Journal\”.

Además, adelantó que para alcanzar su objetivo está dispuesto a invertir 600 millones de dólares de su fortuna personal, aunque también apelará a donaciones para alcanzar la meta de mil millones de dólares para enfrentra una eventual campaña por todo el país.

\”Si soy candidato, definitivamente voy a recaudar fondos\”, le dijo al \”USA Today\”. Y añadió: \”Creo que es importante que los electores inviertan en la conducción del país\”.

El crítico número uno. Sus primeras incursiones mediático-políticas ya lo llevaron a los titulares de todos los diarios norteamericanos, cuando puso en duda que Barak Obama hubiera nacido en los Estados Unidos. De esta manera, se hizo eco de un movimiento denominado \”Birthers\”, que pone en duda el origen del Presidente, a pesar de que demostró en varias ocasiones los documentos que prueban que nació en el estado de Hawai.

El magnate redobló su apuesta esta semana y dijo a quienes le reclaman que haga público su patrimonio que está dispuesto a hacerlo si el jefe de Estado muestra su partida de nacimiento. \”Tal vez muestre mi hoja de impuestos el día que Obama lo haga con su partida de nacimiento, me encantaría mostrarla\”, afirmó Trump, e insistió en que \”hay una verdadera incertidumbre sobre la ciudadanía de Barack Obama\”.

El origen norteamericano del presidente demócrata, de padre keniano, es cuestionado desde hace años por sectores conservadores. \”Me resulta sorprendente la manera en que los medios protegen el certificado de nacimiento de Obama\”, insistió Trump.

Pero la feroz crítica de Trump contra el mandatario no se refiere sólo a su lugar de nacimiento. También lo acusó de debilitar la imagen de Estados Unidos en el mundo y cuestionó en severos términos la intervención de su país en Libia.

\”Obama no es el mensaje correcto, el mundo se está riendo de nosotros. Mira Libia, mira ese desastre. Primero dicen que sí están en la operación, luego que no; que no queremos sacarlo (a Muamar Gadafi del poder); que no queremos tocarlo pero que debe dejar el poder. Nadie sabe lo que están haciendo\”, criticó en una entrevista con el programa \”State of the Union\” en la CNN.

\”En los viejos tiempos, cuando uno libraba una guerra y ganaba, el país era tuyo\”, subrayó el empresario, que consideró que Estados Unidos \”es el hazmerreír de todo el mundo y está siendo estafado por todos los países\”.

De inmediato opinó que la cuestión no es si se saca a Gadafi del poder o no, sino si se le quita el petróleo a Libia. \”No podemos ser la policía del mundo, pero por supuesto que me quedaría con el petróleo, les daría lo suficiente para que pudieran vivir muy felices y me quedaría con el petróleo\”, admitió sin sonrojarse.

Propuestas tajantes. El empresario no utiliza medias tintas a la hora de plantear su postura sobre economía y política exterior. Así, propone que si los productos de origen chino perjudican a la industria norteamericana, se les imponga un alto gravamen a sus importaciones. Si el precio del petróleo es muy alto, se debe \”poner de rodillas\” a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para bajar el barril a 40 o 50 dólares.

En cuanto al déficit comercial que mantiene Estados Unidos con China, también es categórico: \”(Los chinos) nos están robando nuestros trabajos, se están quedando con nuestro dinero y luego nos lo están prestando. Es increíble\”, cuestionó.

\”Manipulan tanto su moneda que es casi imposible para nuestras empresas competir con China\”, dijo y cuestionó la cena de Estado que ofreció Obama al presidente chino, Hu Jintao, en enero pasado: \”La cena más maravillosa que jamás se haya visto para el presidente de China, que nos está robando\”.

\”Nos guste o no, George W. Bush nos dio a Obama y no estoy feliz por eso (…) Ahora tenemos un hombre que casi sin duda será recordado como el peor presidente en la historia de los Estados Unidos\”, dijo Trump.

Magnetismo y glamour. Habitué de las páginas de las revistas de espectáculos en todo el mundo, siempre rodeado de bellas y voluptuosas mujeres, y con una fortuna originada en el negocio de los bienes raíces, Trump tiene hasta su propio reality show: \”El Aprendiz\”, en el que él mismo se encarga de eliminar a los participantes con un categórico y ya registrado \”You are fired\” (\”Estás despedido\”).

El premio final por el que compiten ferozmente cada temporada decenas de jóvenes es un puesto en alguna de sus empresas.

Casado primero con la modelo checa Ivana Trump, con quien tuvo a sus tres primeros hijos (Don Jr., Ivanka y Eric), ahora comparte su vida con Melania Knauss, una eslovena de 38 años con quien tuvo a su quinto hijo, Barron, en 2006.

En el medio, se casó con Marla Maples, con quien tuvo otra hija, Tiffany, una adolescente que todavía está en el colegio secundario.

Sólo sus dos hijos mayores trabajan con él e incluso su mimada Ivanka es vicepresidenta de la Organización Trump y es considerada una de las jóvenes multimillonarias más atractivas del mundo.

Para demostrar la pasión que le genera el mundo del espectáculo y el glamour, Donald es dueño, junto a NBC, del tradicional concurso de Miss Universo.

Pero no siempre fue exitoso en sus negocios. En los años \’90 afrontó las quiebras del casino Taj Mahal y el Trump Plaza Hotel, perdiendo la mitad de sus acciones en cada caso.

En 2008 la Torre Internacional Trump de Chicago no pudo pagar un préstamo de 40 millones de dólares y en 2009 pidió la quiebra del Centro de Entretenimiento Trump.

El camino hacia 2012. Su incursión en la arena política ya movilizó a Washington, donde tanto los demócratas como los republicanos aún no saben a ciencia cierta a qué partido terminará beneficiando su eventual presentación presidencial.

Si logra cerrar filas con los republicanos, puede convertirse en un serio rival de Obama el año próximo, ante la decepción de millones de norteamericanos por el creciente nivel de desempleo, inflación y recesión en el país. que obligó a un severo plan de ajuste fiscal.

Pero si decide ir por un tercer partido, podría restarle millones de votos a la derecha republicana y facilitar la permanencia del mandatario en la Casa Blanca. Aunque por ahora de uno y otro lado prefieren relativizar las chances reales del empresario, todos saben que su incursión podría llegar a ser determinante para definir al próximo jefe del Despacho Oval.