Las últimas encuestas antes de la votación de hoy le dan una leve ventaja al candidato nacionalista. Se vota con normalidad en todo el país.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú se desarrollaban hoy (domingo 5) con normalidad y tanto el candidato nacionalista Ollanta Humala como la derechista Keiko Fujimori ya asistieron a sus lugares de votación en el distrito de Surco.
Ambos contendientes llegan a este comicio en un virtual empate técnico, pero la campaña estuvo cargada de tensiones y denuncias de uno y otro bando.
Según los sondeos previos, el de hoy podría ser el resultado más apretado al menos desde 1962.
El presidente Alan García votó en un local del distrito de San Borja y afirmó que apoyará al próximo presidente, sea quien sea. También les pidió a los peruanos que respalden al siguiente gobierno.
“Lo importante es que el próximo presidente se mantenga comprometido en mantener el crecimiento económico y en la generación de empleo”, sostuvo García.
“El país está dividido en dos partes iguales. Hay una elección tan reñida como no se ha visto nunca. Habrá un final de fotografía, donde quien gane lo hará por una cabeza”, advirtió Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica.
No obstante, ayer se conocieron dos encuestas que otorgan una leve ventaja a Humala. La consultora Ipsos Apoyo divulgó un sondeo según el cual el candidato de Gana Perú se impondría con el 51,9% de los votos frente a la candidata de Fuerza 2011, que lograría el 48,1%.
Otro sondeo, realizado por la firma Datum, anticipó que Humala obtendría el 50,8% de votos contra el 49,2% de la hija del ex presidente Alberto Fujimori, en la actualidad preso en una cárcel peruana por delitos de lesa humanidad y estafa.
Humala, un militar retirado de 48 años a quien sus opositores vinculan con el presidente velezolano Hugo Chávez, es temido por la posibilidad de que cambie el modelo económico que ha convertido a Perú en el país de mayor crecimiento de América latina en la última década, aunque también uno de los más desiguales.
Por su parte, Keiko Fujimori, una congresista de 36 años, carga con el lastre del gobierno de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000).