En la cumbre de Bali, en Indonesia, no se tomaron una foto grupal y tampoco emitieron un comunicado conjunto final, como ocurrió en años anteriores.
Los cancilleres de los países del Grupo de los 20 (G20) no lograron encontrar este viernes una postura común sobre el conflicto en Ucrania y sus efectos adversos durante la cumbre celebrada en Bali, Indonesia.
Tras el fin de la agenda no hubo una foto grupal y tampoco se emitió un comunicado conjunto final, como ha ocurrido en años anteriores.
La ministra de Exteriores de Indonesia, Retno Marsudi, admitió que no se puede negar que ahora es más complicado “sentarse juntos” para los países del foro, pero instó a superar las diferencias por el bien de todos. “El mundo nos está mirando, no podemos fallar”, afirmó.
Under the theme of “Building a more peaceful, stable, and prosperous world together,” the G20 Foreign Ministers’ Meeting (FMM) takes place in Bali on 7-8 July 2022. This meeting serves as a strategic forum to discuss global recovery efforts.#G20Indonesia pic.twitter.com/ZRSoAOfeZO
— G20 Indonesia (@g20org) July 8, 2022
En este sentido, enfatizó que las naciones todavía no se han recuperado de la pandemia del coronavirus pero ya se enfrentan “a otra crisis”, refiriéndose al conflicto en Ucrania que monopolizó la agenda de casi todos los encuentros bilaterales en el marco de este encuentro, que anticipa el de los jefes de Estado que se celebrará en noviembre.
“El efecto dominó se deja sentir en todo el mundo: en los alimentos, la energía y el espacio físico”, recalcó Marsudi, quien agregó que los países pobres y en desarrollo son los que atraviesan las consecuencias negativas del conflicto, por lo que los miembros del G20 tienen la responsabilidad de involucrarse en la resolución de la situación para asegurar la continuidad del orden mundial actual basado en reglas.
Pese a estas declaraciones, Marsudi no pudo señalar acuerdos concretos alcanzados durante la reunión aunque destacó que se expresó una amplia preocupación por la seguridad energética y alimentaria. Y manifestó que solo “algunos países expresaron su condena al acto de invasión” de Rusia a Ucrania.
Aunque el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, estuvieron en la misma sala por primera vez desde el inicio del operativo militar ruso, ambos “se ignoraron mutuamente”, detalló la agencia de noticias AP.
Además, Blinken volvió a culpar a Moscú del bloqueo de millones de toneladas del grano en los puertos ucranianos en el mar Negro durante la segunda sesión del G20.
Sin embargo, solo estuvo una suplente de Lavrov en aquel momento, quien apuntó al inicio de su discurso que no tenía comentarios preparados para responder a Blinken, según comunicó una fuente diplomática que estuvo en el encuentro a puertas cerradas.
El jefe de la diplomacia rusa salió al menos dos veces de los actos en el marco de la reunión. La primera cuando la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, intervino en la sesión de apertura y la segunda ocurrió cuando el canciller ucraniano, Dmitri Kuleba, arrancó su discurso por videoconferencia, asegura el medio, citando a un diplomático occidental que estuvo presente durante los eventos.
Comentando los resultados de la agenda de trabajo, Lavrov sostuvo que la reunión expuso la división de opiniones que existe en Occidente respecto a Kiev, demostrando así que para ellos lo “importante es su ideología y no el bienestar del pueblo ucraniano ni la seguridad de Europa”.
Además, remarcó que hizo preguntas “muy contundentes” a sus homólogos occidentales y que no pudieron responderle. “No tienen respuestas para estas preguntas, solo una rusofobia rabiosa, con la que reemplazan la necesidad de llegar a un acuerdo sobre temas clave de la economía y las finanzas globales”, lamentó.