La derrota ante Corinthians por la Libertadores destapó otra olla de las tantas que hierven en Brandsen 805.
La temprana eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores desató -otra- previsible crisis en Boca Juniors, que este viernes escribió varios capítulos en simultáneo con declaraciones de Jorge Bermúdez, la decisión del DT interino Hugo Ibarra de “castigar” al capitán Carlos Izquierdoz con el banco de suplentes y la viralización de la arenga previa frente al Corinthians en la que Darío Benedetto que ventiló la bronca del plantel con el Consejo de Fútbol encabezado por Juan Román Riquelme, que los habría tratado de “perdedores” ante un reclamo por premios atrasados.
El viernes abrió con las pintadas que se realizaron por la noche del jueves y que muestran el enojo de parte de los hinchas con el máximo ídolo del club, que recibió en las paredes de la Bombonera un mensaje: “Se acabó el Roman$e”.
Desde la derrota del pasado martes, Román todavía no habló. Sí lo hizo su subordinado más locuaz del Consejo, el “Patrón Bermúdez”, quien minimizó los chispazos internos que podría haber generado el despido de Sebastián Battaglia, el hombre con más vueltas olímpicos en la historia “xeneize”, como director técnico de la Primera División.
“Cuando tomamos la decisión de designarlo como entrenador lo hicimos con convicción, analizando muchísimos factores. Cuando les decimos que no deben continuar, lo hacemos con el mismo respeto. Es nuestro trabajo. ‘Son decisiones’, decía nuestro anterior entrenador, y es así”, manifestó en declaraciones al canal ESPN.
“Vamos a estar siempre felices por lo que Sebastián acaba de hacer como entrenador de nuestro equipo. Estamos orgullosos por sus dos títulos y porque cuando lo pusimos de técnico para muchos no estaba preparado. Asumimos una gran responsabilidad y lo acompañamos en el día a día en cada situación. Le vamos a valorar siempre el esfuerzo y profesionalismo”, agregó el “caudillo” colombiano.
Mientras Bermúdez hablaba en TV, otro histórico de la gloriosa época de Carlos Bianchi como DT, el “Negro” Hugo Ibarra, a cargo del plantel de manera interino junto a Mariano Herrón y Leandro Gracián, dejaba afuera del equipo titular en la practica matutina al capitán e indiscutido Carlos Izquierdoz.
La sorpresa inicial dio paso al surgimiento de otra “bomba” en el Mundo Boca: el reclamo por una deuda del club con el plantel. Las versiones -siempre politizadas en una institución atravesada por “la grieta” desde que el macrismo perdió el poder a finales de 2019- apuntan a un “castigo” al “Cali” por haber encabezado la protesta de los futbolistas, un día antes del partido clave contra Corinthians.
Para reforzar la teoría de una reunión el lunes, la viralización de la arenga de Benedetto es clave. “Ellos ayer nos trataron de perdedores, entonces demostrémosles a estos hijos de puta que nosotros queremos ganar, que nosotros somos ganadores”, fue el grito del “Pipa” a sus compañeros en el túnel de la Bombonera, que ya no es más un lugar íntimo por la aparición de cámaras de la transmisión televisiva de la Libertadores. ¿Sabía el goleador con la pólvora mojada que lo estaban filmando con una cámara a centímetros de su cabeza? Por ahora, guarda el mismo silencio que tuvo cuando pateó los dos penales ante Corinthians.
Los futbolistas exigen el pago de los premios por el último título local y querían discutir los posibles ingresos “coperos”. Pero Riquelme y Cía. les dijeron que primero ganasen en el plano internacional. De ahí, la arenga.
“Dijeron que nosotros sacamos a Izquierdoz, que hubo problemas con el cuerpo técnico y el jugador. Carlos Izquierdoz está a disposición del cuerpo técnico, se va a concentrar y el cuerpo técnico tomará la decisión de poner en cancha a los que pretenda. Hay un tridente técnico que toma las decisiones”, minimizó Bermúdez la situación.
En cuanto a la arenga, el “Patrón” no quiso escalar públicamente el conflicto. “Hay mucha adrenalina en el fútbol cuando uno llega al túnel. Siempre hubo y van a existir negociaciones y conversaciones que tienen que ver con situaciones futbolísticas. Son posiciones que se toman con mucho respeto. No tenemos en nuestra mente que haya sido mala intención, predeterminación a algún estado. Si se dijo fue por adrenalina, alguno de los chicos pensaría que era la manera de ir hacia adelante con todo”, consideró, como un “Patrón” que entiende la bronca de sus peones.
Con este panorama de crisis, Boca visita este sábado a San Lorenzo por la Liga Profesional, donde navega en la mitad de la tabla. Los tres puntos ante el “Ciclón” valen mucho más por la tranquilidad que podrían traer que por los puestos que podrían valer en las posiciones. Pero si no hay una resolución rápida de los problemas que aparecieron tras la caída ante Corinthians, de nada servirán tres puntitos en el Bajo Flores.