El experto turco Cem Gürdeniz consideró que la crisis diplomática entre Ankara y Atenas ya es “muy grave”. Vuelven a agitarse los fantasmas de una guerra.
El contralmirante retirado y geopolítico turco Cem Gürdeniz advirtió que, como EEUU “pierde posiciones en el mar Negro, necesita una escalada de las tensiones turco-griegas”.
En una entrevista con Sputnik, comentó que la nueva ola de tensiones en las relaciones entre Turquía y Grecia, por las críticas de Ankara a Atenas debido el aumento de la presencia militar estadounidense en ese país y el rearme de las islas en el mar Egeo, ya es “muy grave”.
Gürdeniz enfatizó que ambos países en el pasado se han encontrado repetidamente al borde de la guerra. “Hoy vemos que a nivel diplomático y político, la tensión en las relaciones entre los dos países se ha convertido en una crisis muy grave”, advirtió.
Según el experto, Washington necesita escalar las tensiones entre Turquía y Grecia, y para entender la situación se debe tener en cuenta el alineamiento de fuerzas en las relaciones de la OTAN con Rusia y Turquía, así como la situación en Ucrania.
“Los momentos definitorios de la nueva coyuntura son factores como la firma entre Estados Unidos y Grecia de un acuerdo sobre el uso de las Fuerzas Armadas estadounidenses de nueve bases militares en el país, y el aumento gradual del descontento en la sociedad griega en relación con esto”, explicó el marino.
“Al mantener la presencia en la agenda de la crisis turco-griega y las tensiones en el Egeo y el Mediterráneo oriental, incitando al Gobierno griego contra Turquía, en algún momento los estadounidenses, de hecho, convirtieron a Grecia en su colonia armada como el 51 estado”, señaló Gürdeniz.
EEUU “necesita rodear y contener a Rusia, lo que intenta a través de Ucrania, pero hasta ahora el Frente Atlántico está perdiendo claramente porque Rusia ha tomado el control total del mar de Azov y está fortaleciendo activamente sus posiciones en el Donbass”, continuó al analista.
Pero Washington “quiere mantener completamente a Grecia bajo su influencia para que el desequilibrio que existe para ellos en el mar Negro no se extienda a la región del Egeo, para lo cual debe aumentar las tensiones entre Turquía y Grecia”, acotó.
“Espero que esta provocación no se convierta en un conflicto armado turco-griego, porque en ese caso no habrá ganadores”, anticipó.
Por su parte, el profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Maltepe, Hasan Unal, remarcó que Turquía sigue adelante con su política regional, sin sucumbir a las presiones de la UE iniciadas por Grecia.
En cuanto a un posible conflicto armado, el experto opinó que, “teniendo en cuenta lo que está sucediendo en Ucrania, significará el colapso real de la Alianza Atlántica ya que Turquía después de eso, dependiendo de la situación, puede comenzar a vetar muchas iniciativas de la OTAN, o Grecia puede estar descontenta con el apoyo que los países occidentales le darán, y también recurrir al derecho de veto”.
En ese caso, la división dentro de la OTAN “podría ser aún más profunda”, señaló. “Y si Turquía logra el reconocimiento del norte de Chipre por parte de Rusia, los estados turcos y otros países amigos, lo cual es bastante posible en las condiciones actuales, entonces se formarán equilibrios de poder muy interesantes en la región”.
Según señaló Unal, si la situación deriva en un conflicto armado, las relaciones aliadas entre Estados Unidos y Grecia también se verán cuestionadas.
“La principal tarea de la OTAN desde el principio fue evitar una guerra mundial”, indicó Unal. Por tanto, los intereses de la Alianza se pusieron en primer lugar y la prevención de enfrentamientos se llevó a cabo mediante un cierto apoyo a Grecia en un equilibrio político. Si no se mantienen los equilibrios alcanzados, esta vez la propia Alianza o EEUU podrían provocar la guerra en la región”, añadió el experto.
¿Será EEUU capaz de entrar en un conflicto armado con Turquía del lado de Grecia en el marco del ascenso de un mundo multipolar y en el contexto de una ruptura en las relaciones con Rusia, los preparativos para una guerra con China por Taiwán y un aumento sin precedentes de un sentimiento antiestadounidense en todo el mundo?
El escenario es poco creíble. Sin embargo, “dado que es probable que Estados Unidos continúe cometiendo errores en política exterior, ya que no tiene igual en esto, tiene sentido reconocer que pueden ocurrir las situaciones más extrañas e inesperadas. Por lo tanto, debemos prepararnos para cualquier escenario”, concluyó Unal.